El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, advirtió este miércoles que el país atraviesa el momento de mayor tensión militar desde la Segunda Guerra Mundial, luego de que drones rusos violaran en varias ocasiones el espacio aéreo polaco. El hecho, dijo, acerca más a Europa a un escenario de conflicto abierto.
Según informó la agencia EFE, Tusk detalló ante el Parlamento que se han contabilizado al menos 19 incursiones aéreas, muchas de ellas provenientes directamente de Bielorrusia y no de Ucrania, lo que marca un cambio significativo en el patrón de ataques. Para el jefe de gobierno, estos vuelos no pueden explicarse como simples errores técnicos ni como provocaciones menores de Moscú.
El presidente polaco, Karol Nawrocki, coincidió con la gravedad de la situación y describió los incidentes como un “momento sin precedentes” tanto para la OTAN como para la historia reciente de Polonia. Sus declaraciones fueron acompañadas por un llamado conjunto a la unidad política, algo poco común en un país donde las tensiones entre la presidencia y el gobierno suelen ser evidentes.
Tusk insistió en que la amenaza exige cerrar filas más allá de las diferencias partidarias. Subrayó que la coordinación con Nawrocki busca enviar un mensaje de firmeza, no solo hacia dentro del país, sino también hacia los aliados de la Alianza Atlántica.
La OTAN, que considera a Polonia un pilar clave en la frontera oriental, ha incrementado su vigilancia en los últimos meses ante la creciente presencia militar rusa en Bielorrusia. Analistas europeos advierten que, de confirmarse un patrón sistemático de incursiones, el riesgo de una escalada podría ser mayor, ya que cualquier ataque contra territorio polaco activaría los compromisos de defensa colectiva del bloque.
En este contexto, Varsovia enfrenta el reto de reforzar su seguridad sin caer en provocaciones que aceleren el choque directo. La tensión, sin embargo, vuelve a colocar a Polonia como epicentro de la defensa europea frente a Moscú.
