Las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania permanecen estancadas. El Kremlin informó este viernes que no existe una fecha definida para reanudar las rondas de diálogo, lo que prolonga la incertidumbre sobre una salida negociada al conflicto.
Según reportó AFP, el portavoz presidencial Dmitri Peskov explicó que los canales de comunicación continúan abiertos, pero que en este momento solo puede hablarse de una «pausa» en las negociaciones. Las últimas reuniones, celebradas en Estambul a principios de año, no lograron avances significativos más allá de acuerdos puntuales sobre el intercambio de prisioneros de guerra.
En paralelo, el expresidente estadounidense Donald Trump ha intentado posicionarse como mediador, asegurando que su objetivo es detener cuanto antes la ofensiva rusa iniciada en 2022. Sin embargo, las diferencias entre Moscú y Kiev siguen siendo profundas y difíciles de conciliar.
Rusia insiste en exigir la desmilitarización de Ucrania, su rendición y la cesión de los territorios cuya anexión reclama, aun cuando no ejerce control total sobre ellos. Para Kiev, estas condiciones son inaceptables. El gobierno ucraniano demanda, en cambio, garantías de seguridad de sus aliados, convencido de que Moscú podría retomar las agresiones incluso tras un eventual acuerdo de paz.
Analistas internacionales advierten que el estancamiento del diálogo refleja un escenario complejo: mientras Rusia busca consolidar su posición territorial, Ucrania refuerza lazos con Occidente para evitar quedar vulnerable. La ausencia de avances concretos mantiene viva la tensión y aleja, al menos por ahora, cualquier perspectiva de una resolución diplomática.