El mundo del cine despide a Robert Redford, uno de los grandes íconos de la pantalla estadounidense, quien falleció a los 89 años. Actor, director y productor, participó en más de 50 películas y se convirtió en una figura esencial para comprender el desarrollo de Hollywood en la segunda mitad del siglo XX.
Según informó el medio Hobby Consolas, Redford no solo brilló como intérprete en títulos emblemáticos, sino que también supo consolidarse como director con obras que marcaron época. Su nombre siempre estuvo ligado a la calidad, al compromiso social y a una visión liberal que impregnó muchos de sus proyectos.
Ganador de tres premios Óscar dos por Gente corriente y uno honorífico, Redford fundó el Festival de Sundance, que se convirtió en una plataforma vital para los cineastas independientes de todo el mundo. Esta iniciativa redefinió la industria, otorgando visibilidad a talentos que de otra manera hubieran permanecido al margen.
A lo largo de su carrera, protagonizó clásicos como Dos hombres y un destino, El golpe, Todos los hombres del presidente y Memorias de África. Con el paso del tiempo, se transformó en un referente de integridad artística y compromiso político, defendiendo causas ambientales y los derechos de los pueblos originarios en Estados Unidos.
En 2018, a los 81 años, anunció su retiro de la actuación, cerrando con ello una trayectoria que abarcó más de seis décadas. No obstante, su influencia sigue vigente, tanto en el cine comercial como en el independiente, y su legado inspira a nuevas generaciones de actores y directores.
Robert Redford deja tras de sí una filmografía memorable y un ejemplo de cómo el cine puede trascender lo artístico para convertirse en un vehículo de cambio social. Su partida marca el fin de una era en Hollywood, pero su huella permanecerá imborrable en la historia del séptimo arte.