Las autoridades de El Salvador reportaron que en lo que va de 2025 se han incautado más de 22 toneladas de drogas, valoradas en unos 545 millones de dólares, como parte de los operativos de seguridad desplegados por el Gobierno de Nayib Bukele. Las cifras reflejan un incremento sostenido en los decomisos, especialmente en el océano Pacífico, considerado una de las rutas más activas del narcotráfico entre Sudamérica y Norteamérica.
Según datos divulgados por la agencia EFE, durante los seis años de la actual administración se han confiscado 71,6 toneladas de estupefacientes, cuyo valor en el mercado internacional supera los 1.682 millones de dólares. El Gobierno salvadoreño atribuye estos resultados a la intensificación de la vigilancia marítima y al fortalecimiento de la Fuerza Naval, así como al uso de tecnología de detección avanzada y la cooperación con organismos internacionales.
Uno de los casos más recientes ocurrió el 9 de septiembre pasado, cuando la Marina Nacional localizó 1,4 toneladas de cocaína flotando en aguas del Pacífico, con un valor de 35 millones de dólares. Este decomiso fue resaltado por Bukele en su cuenta de X, al destacar que la operación confirma el compromiso de El Salvador con la lucha regional contra el narcotráfico.
Las estadísticas oficiales muestran que la mayor parte de los cargamentos son interceptados en altamar. Solo en 2024, se incautaron 17,2 toneladas de drogas en el Pacífico, de las cuales 16,7 correspondieron a cocaína. El ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, afirmó en enero que el 70 % de los decomisos de los últimos dos años provienen de operaciones marítimas, un indicador del peso estratégico de la franja costera salvadoreña.
Expertos en seguridad coinciden en que los decomisos no solo evidencian la capacidad operativa del país, sino también su posición clave en las rutas del narcotráfico internacional. El Salvador se ha convertido en un eslabón fundamental para las organizaciones transnacionales que buscan trasladar droga hacia México y Estados Unidos.
El Ejecutivo salvadoreño subraya que estos resultados superan los niveles de incautación registrados en administraciones anteriores y los utiliza como muestra del éxito de su política de seguridad. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han advertido que la estrategia debe ir más allá de la militarización y el control marítimo, incluyendo políticas de prevención, cooperación judicial y programas sociales que fortalezcan a las comunidades más vulnerables al crimen organizado.
Con las cifras alcanzadas este año, El Salvador se posiciona como uno de los países centroamericanos con mayores decomisos de droga en 2025, un hecho que refleja tanto la magnitud del desafío como la contundencia de la respuesta estatal.