El Gobierno dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader, ha dado un paso firme para intentar revertir la creciente crisis reputacional que afecta a la República Dominicana en España. La estrategia escogida fue la contratación de la agencia Atrevia, una de las consultoras españolas de comunicación más reconocidas, con la misión de mitigar los efectos de las noticias negativas que durante más de un año han circulado en medios ibéricos.
Según reseña arecoa, esta situación no surge de manera aislada. Investigaciones policiales, publicaciones periodísticas y denuncias de partidos de la oposición en España han señalado los vínculos de figuras políticas y funcionarios socialistas con operaciones opacas realizadas en territorio dominicano. Casos como el del exministro José Luis Ábalos y su entorno, que apuntaban hacia el Caribe, han alimentado la narrativa que vincula al país con prácticas poco transparentes.
El presidente Abinader se reunió en julio con los últimos cuatro embajadores dominicanos en Madrid para evaluar la situación. En ese encuentro, los diplomáticos expusieron sus perspectivas y hasta se planteó la posibilidad de recurrir a periodistas españoles para manejar la crisis mediática. Finalmente, la decisión oficial se inclinó por Atrevia, en busca de una gestión más estructurada y profesional.
Ya en 2022, la periodista Inés Aizpún había advertido en las páginas de arecoa.com que la ausencia de una estrategia de comunicación efectiva podría derivar en un serio deterioro de la imagen dominicana en la prensa española. Sin embargo, las medidas llegaron tarde y ahora el escenario es mucho más complejo.
El reto no es menor. España atraviesa un momento político de gran polarización, lo que agrava la manera en que se perciben y difunden los temas relacionados con la República Dominicana. En ese contexto, la labor de Atrevia será cuesta arriba: no se trata únicamente de contrarrestar titulares negativos, sino de reposicionar al país en un ambiente mediático donde confluyen intereses políticos, económicos y diplomáticos.
Para la República Dominicana, el desafío va más allá de las fronteras. La reputación internacional influye en el turismo, la inversión extranjera y las relaciones bilaterales. Por ello, la estrategia comunicacional que se despliegue en España será una prueba de fuego para la capacidad del Gobierno de Abinader de defender la imagen nacional en momentos adversos.
