El viceprimer ministro para Asuntos Económicos de Afganistán, Abdul Ghani Baradar Akhund, solicitó este sábado a Estados Unidos que levante las sanciones financieras que pesan sobre su país, al considerar que estas restricciones limitan los avances logrados en sectores claves de la economía nacional.
Según informó la agencia EFE, la petición fue presentada en Kabul durante un encuentro con una delegación estadounidense encabezada por Adam Boehler, representante especial de Washington para asuntos de prisioneros. En la reunión, Baradar señaló que el bloqueo internacional ha obstaculizado el progreso en áreas como el comercio, la recaudación de ingresos y la estabilidad monetaria.
Los talibanes reiteraron su llamado a sustituir la confrontación por el compromiso, destacando que Afganistán dispone de oportunidades para la inversión extranjera en minería, energía, agricultura y transporte. El pedido ocurre en un contexto en el que el país permanece prácticamente aislado del sistema financiero internacional desde el regreso al poder de los talibanes en agosto de 2021, lo que ha complicado tanto la gestión económica como la llegada de ayuda humanitaria, en especial tras desastres como el reciente terremoto que dejó más de 2.200 muertos en el este del país.
De acuerdo con el comunicado difundido por los talibanes, Boehler valoró los avances económicos en Kabul y expresó la disposición de Estados Unidos a cooperar en el ámbito económico. Asimismo, subrayó que tanto Washington como el gobierno de facto han respetado el Acuerdo de Doha, firmado en 2020, y confirmó que ambas partes preparan un intercambio de prisioneros como parte de la agenda bilateral.
El futuro inmediato dependerá de hasta qué punto Washington esté dispuesto a flexibilizar su política de sanciones. Para Afganistán, la apertura de los canales financieros representa no solo una vía para sostener su economía, sino también una oportunidad de atraer inversiones que podrían aliviar la grave crisis humanitaria que persiste en el país.