El Gobierno alemán acaba de anunciar el fin de las restricciones a la exportación de armamento hacia Israel, una medida impuesta en agosto tras la escalada del conflicto en la Franja de Gaza y que entrará en vigor el próximo 24 de noviembre.
Según un comunicado del medio EFE, el Ejecutivo alemán precisó que la decisión responde a la vigencia de la tregua en vigor desde el 10 de octubre y a una mejora perceptible de la situación en el terreno. En una rueda de prensa, el portavoz adjunto Sebastian Hille detalló cómo el alto el fuego se ha “estabilizado” y cumplido los criterios establecidos para el levantamiento del embargo.
La medida inicial se adoptó el 8 de agosto, cuando el canciller Friedrich Merz anunció la suspensión de las exportaciones de armas a Israel que pudieran emplearse en operaciones en Gaza, después de que el Gobierno de Benjamín Netanyahu aprobara un plan militar para ocupar la ciudad de Gaza. EFE consignó que la revisión de esta política estaba condicionada a la luz de los acontecimientos sobre el terreno.
Hille destacó que, además del alto el fuego, existen otros parámetros que han cambiado desde aquel momento y que han llevado al Ejecutivo a levantar las restricciones.
En Jerusalén, el ministro de Exteriores israelí Gideon Saar aplaudió la decisión y llamó a que otros países sigan el ejemplo alemán. El levantamiento del embargo, según informó, supone un apoyo diplomático más que simbólico para Israel, cuya diplomacia busca normalizar el abastecimiento de defensa en un escenario que hasta hace semanas parecía volátil.
La decisión tiene implicaciones más allá del comercio militar abre una ventana para la reactivación de los flujos de material bélico que Alemania destina tradicionalmente a sus aliados y acerca a Berlín a un papel más activo en la configuración de la seguridad de Oriente Medio. Observadores recuerdan que Alemania, tras la Segunda Guerra Mundial, mantiene una política de exportación de armas cauta, condicionada por compromisos históricos y éticos, lo que explica que el embargo aunque temporal haya tenido repercusiones diplomáticas destacadas.
Pese al optimismo que transmite el anuncio, analistas advierten que la estabilidad del alto el fuego sigue siendo frágil y condicionará el futuro de las relaciones germano-israelíes. Si bien la tregua ha permitido reducir las hostilidades en Gaza, aún quedan por resolver cuestiones humanitarias, la supervisión del cumplimiento de los acuerdos y la garantía de una salida negociada que evite un nuevo estallido de violencia.
En este sentido, Alemania exige que se mantenga el alto el fuego, se preste ayuda humanitaria a gran escala y que el proceso continúe de forma ordenada, según las palabras de Hille recogidas por EFE. Para Berlín, el verdadero reto estará en asegurar que esas condiciones no se conviertan en meras formalidades.
Si el próximo 24 de noviembre marca el inicio de una nueva etapa, para muchos especialistas marca también una prueba de fuego cómo se comportan ambas partes Israel y la contraparte palestina bajo el nuevo marco es el factor decisivo para si Alemania mantendrá la política levantada o tendrá que reagrupar su postura sobre exportaciones de armamento.








