El país avanza con paso firme hacia una gestión ambiental más moderna y científica. Así quedó evidenciado durante una nueva edición de La Mesaza, el espacio de diálogo que reunió a líderes de opinión y expertos en torno a los retos ecológicos de la República Dominicana. La conversación estuvo centrada en los logros alcanzados en materia de agua, reforestación, fiscalización y conservación del territorio.
Durante el encuentro, el ministro de Medio Ambiente, Paíno Henríquez, presentó una radiografía de su gestión, destacando el equilibrio entre la protección de los recursos naturales y la eficiencia institucional. Bajo una visión sustentada en la ciencia y la transparencia, Henríquez insistió en que las decisiones del país deben tomarse con conocimiento, no con improvisación, reforzando la idea de que el desarrollo sostenible depende tanto de la planificación como de la acción.
Uno de los puntos más relevantes fue el lanzamiento del Sistema de Información Geográfica Ambiental (Sigeord), una herramienta que concentra 19 capas de datos sobre biodiversidad, áreas protegidas, recursos hídricos y riesgos. Con este sistema, los ciudadanos y las empresas pueden acceder a información precisa para tomar decisiones responsables y evitar inversiones que afecten los ecosistemas.
El ministro subrayó la magnitud de la misión del Ministerio de Medio Ambiente, responsable de una cuarta parte del territorio nacional y de la gobernanza de las áreas protegidas. Estas zonas, dijo, son el corazón de la biodiversidad dominicana y generan la mayor parte de las cuencas hidrográficas del país. Además, destacó que la reforestación y la restauración ecológica avanzan a un 60 % de la meta trazada para 2025, con más de 20 millones de plantas sembradas.
En el ámbito del agua, Henríquez informó sobre más de 6,200 autorizaciones que representan una inversión potencial superior a 576 mil millones de pesos. También mencionó el inicio del dragado de la presa de Valdesia, una obra clave para garantizar el suministro hídrico y reducir la sedimentación acumulada. “Invertir en la naturaleza es más rentable que invertir en infraestructura”, afirmó con convicción.
La fiscalización ambiental también ha experimentado un cambio de fondo. El funcionario explicó que se duplicó el personal técnico, se unificaron procesos y se fortalecieron las inspecciones, logrando más de 43 mil operativos en conjunto con el Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA). Estas acciones han permitido aumentar las sanciones y frenar actividades que dañan los recursos naturales.
Otro avance destacado es la dignificación del Cuerpo de Guardaparques. Más de 400 miembros recibieron formación, uniformes y seguros, lo que se tradujo en una reducción del 65 % en los incendios forestales respecto al promedio de la última década. A ello se suma la digitalización del 99 % de los servicios del Viceministerio de Suelos y Aguas, agilizando las licencias mineras y los procesos administrativos.
Henríquez también vinculó biodiversidad con seguridad alimentaria al recordar que “sin abejas, no hay comida”. En esa línea, anunció que el país obtuvo 4.18 millones de dólares por la reducción de 840 mil toneladas de dióxido de carbono, gracias al programa REDD Plus. Los fondos, explicó, se destinan a comunidades que sustituyen la agricultura de subsistencia por proyectos de reforestación.
Finalmente, el ministro resaltó la protección de las cuevas de Pomier, un tesoro natural y arqueológico donde se suspendieron las actividades extractivas para dar paso a un plan de restauración con apoyo de la comunidad científica. Con tono esperanzador, Henríquez concluyó que “hoy preservamos un patrimonio único para las generaciones que vienen”.








