El Banco Popular Dominicano firmó un nuevo acuerdo de financiación con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) de España por hasta US$25 millones, recursos que canalizarán proyectos de empresas con capital o interés español en la República Dominicana, con énfasis en iniciativas de descarbonización y transformación digital.
La operación se estructura bajo la Línea ICO Canal Internacional, mecanismo que permite a los inversionistas acceder a préstamos en moneda local a través de un banco aliado que domina el entorno regulatorio dominicano. Con esta firma, el ICO extiende su radio de acción en el Caribe y refuerza la presencia de capital español en sectores como comercio, energía y turismo.
Aunque su monto replica el convenio inicial rubricado en septiembre de 2023, el nuevo pacto marca la segunda colaboración formal entre ambas entidades, señal de que la primera línea de igual cuantía cumplió las metas de despliegue. El histórico incluye incluso un tramo intermedio de US$50 millones anunciado en octubre de 2023, evidencia del apetito inversor europeo en el país.
La apuesta llega en un contexto regional menos favorable: los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe cayeron 12 % en 2024, hasta US$164 000 millones, según el último World Investment Report de la UNCTAD. Pese a la contracción, la organización destaca la resiliencia de los proyectos “verdes” y de infraestructura digital, justo los segmentos que el Popular e ICO pretenden dinamizar.
Impacto local y oportunidades
Para el Popular, los fondos no solo elevan su cartera corporativa en divisas: facilitan el aterrizaje de tecnología española, reducen la dependencia de combustibles fósiles y crean empleos cualificados en gestión de datos, ciberseguridad y energías renovables. La banca dominicana, presionada por la agenda de sostenibilidad global, gana músculo para financiar parques solares, eficiencia energética industrial y soluciones fintech orientadas a pymes.
Del lado español, la alianza mitiga riesgos cambiarios y regulatorios. Pequeñas y medianas empresas con know-how en fotovoltaica, redes inteligentes o big data acceden a un mercado de rápido crecimiento el PIB dominicano promedió 5 % anual en la última década sin asumir la totalidad del riesgo país.
Desafíos pendientes
El éxito de la línea dependerá de acelerar permisos sectoriales y de la capacidad de las empresas locales para presentar proyectos bancables. Expertos señalan que aún faltan marcos claros de incentivos fiscales verdes y mayor interoperabilidad digital en la administración pública para que el crédito fluya con rapidez.
Aun así, la jugada sitúa a la República Dominicana como hub caribeño para la inversión española que busca diversificar mercados tras la desaceleración continental. Si el desempeño de esta segunda tanda replica al primero, la puerta queda abierta a ampliar el cupo o a estructurar emisiones conjuntas de bonos sostenibles, consolidando un puente financiero Madrid-Santo Domingo que, a juzgar por el interés mostrado, apenas comienza a tomar forma.








