Barbados se anotó el honor de estrenar el primer esquema regional de “deuda-por-resiliencia”, una plataforma respaldada por el BID, el Banco Mundial, CAF y el Banco de Desarrollo del Caribe.
La idea: recomprar bonos caros, cancelarlos y emitir otros más baratos con garantía multilateral; el ahorro se destinará a proyectos sociales y de infraestructura climática. El ministro Ryan Straughn adelantó que el acuerdo formal se lanzará en la COP30 de Brasil y que al menos tres países caribeños piensan sumarse antes de fin de año.
El programa busca estandarizar cláusulas legales que frenaban swaps anteriores y podría movilizar entre US$ 2 y 3 mil millones en su primera ola. Expertos ven la iniciativa como un modelo exportable a la Amazonía y otras regiones vulnerables.
Para nosotros en RD, la movida se mira de reojo podría ofrecer un camino alternativo de financiamiento verde, siempre que los indicadores de deuda-PIB se mantengan en zona saludable.
En palabras llanas los barbadenses se lanzan primero; si les va bien, medio Caribe podría montarse en ese bus de alivio fiscal.








