Bryan de la Cruz tenía días mostrando señales de un despegue ofensivo, pero lo que produjo en la última semana lo puso en el centro de todas las miradas dentro del torneo. Su consistencia, poder y oportunidad lo convirtieron en el pelotero más determinante del período, en una fase del calendario donde cada turno empieza a pesar más.
Según LIDOM, el jardinero de los Toros del Este y el derecho aguilucho Jorge Tavarez se quedaron con los máximos honores de la semana del 24 al 30 de noviembre, reconocimiento decidido por más de un centenar de cronistas deportivos en su votación habitual. Es la primera vez en esta campaña que ambos premios recaen en jugadores dominicanos, un detalle que no pasa desapercibido en una liga históricamente enriquecida por el talento local.
El dominio de De la Cruz fue evidente desde el papel. Su producción ofensiva combinó contacto y poder: promedio de .435, dos jonrones, cuatro dobles y diez remolcadas en apenas seis juegos. Ese empuje lo posiciona entre los bates más calientes del torneo y fortalece a unos Toros que han tenido tramos irregulares buscando mantenerse en la mitad alta de la tabla. Su OPS de 1.350 lo coloca dentro de los mejores registros semanales de los últimos años, según estadísticas recopiladas por Baseball Reference.
Mientras tanto, Tavarez continúa guiando una rotación de las Águilas que ha pasado por ajustes en las últimas semanas. El derecho no solo ganó sus dos aperturas, sino que mostró un dominio que recuerda a sus mejores momentos en la pelota invernal 11 entradas con apenas dos carreras permitidas, un WHIP microscópico de 0.64 y una notable capacidad para atacar la zona. Su eficiencia contrasta con la inestabilidad de otros brazos en la liga, donde el promedio colectivo de efectividad ronda las 3.90 este año.
En la jornada más reciente, la competitividad del campeonato volvió a sentirse en cada parque. Las Estrellas remontaron un juego trabado ante el Escogido; los Toros golpearon con fuerza a unas Águilas que han tenido altibajos; y los Gigantes dejaron en el terreno al Licey, recordando que la rivalidad nordestana sigue tan viva como siempre. El calendario inmediato del 2 al 6 de diciembre promete choques que podrían redefinir la pelea por los primeros puestos, justo cuando los equipos empiezan a mover piezas estratégicas de cara a la recta final.
La temporada entra en una fase en la que los detalles separan a los contendientes de los que simplemente sobreviven. En ese contexto, semanas como las de De la Cruz y Tavarez no solo suman, sino que cambian el ánimo interno de dos franquicias necesitadas de estabilidad competitiva.








