Catar confirmó esta madrugada que se alcanzó un acuerdo para la primera fase de un alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás, un paso que según los mediadores marcaría el inicio del fin de la guerra, la liberación de rehenes y prisioneros, y la entrada sostenida de ayuda humanitaria al enclave.
De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, el pacto fue cerrado tras intensas rondas de negociación y contempla mecanismos específicos para su implementación. En un breve comunicado difundido en la red social X, el funcionario señaló que “los detalles se anunciarán más adelante”, sin ofrecer fechas precisas.
Según informó la agencia EFE, el entendimiento se alcanzó durante la madrugada del miércoles en Oriente Medio, y contó con el respaldo de Estados Unidos, país que ha fungido como garante junto a Catar y Egipto. Minutos después del anuncio catarí, el presidente estadounidense Donald Trump celebró el avance desde su cuenta en Truth Social, afirmando que Israel y Hamás firmaron “la primera fase de un marco de paz” que permitirá la liberación rápida de todos los rehenes y una retirada parcial de las tropas israelíes en Gaza.
Trump añadió que este paso representa “los primeros movimientos hacia una paz sólida, duradera y eterna”, asegurando que “todos los rehenes serán liberados muy pronto”.
Tanto Hamás como el Gobierno israelí confirmaron posteriormente el acuerdo, aunque con matices distintos. La organización islamista lo calificó como un paso “para poner fin a la guerra de exterminio” en Gaza, mientras el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lo presentó como “una vía para traer a casa a todos los preciados rehenes”.
El plan de paz propuesto por Washington incluye como medidas iniciales el cese total de las operaciones militares israelíes y la liberación, en un plazo de 72 horas, de todos los cautivos de Hamás, tanto vivos como fallecidos. Las siguientes fases contemplarían el desarme progresivo del grupo, la retirada definitiva de Israel del enclave y la formación de un Gobierno de transición palestino, con supervisión internacional.
Aunque aún no se han revelado los términos completos del acuerdo, analistas internacionales consideran que este podría convertirse en el punto de inflexión más significativo desde el estallido del conflicto, que ha dejado decenas de miles de muertos y una crisis humanitaria sin precedentes en la región.