El colapso de un puente en el municipio de Yamasá, que enlaza con el distrito municipal de Don Juan, provocó la muerte del conductor Pablito Díaz la tarde de este jueves, cuando el camión que manejaba cayó al río junto con la estructura. Su cuerpo fue recuperado horas más tarde por brigadistas de la Defensa Civil, tras un operativo que también contó con el apoyo del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1.
De acuerdo con una publicación de El Caribe, la caída del puente ha generado alarma en la provincia Monte Plata, donde varias comunidades rurales han quedado incomunicadas. El corte de vías dificulta la llegada a centros de salud, escuelas y puntos de comercio, agravando la situación de cientos de familias que dependen de ese tramo para sus actividades diarias.
Las autoridades locales calificaron el hecho como una emergencia y pidieron soluciones inmediatas para garantizar el acceso vial. Mientras, líderes comunitarios reclamaron del Gobierno la instalación de pasos provisionales y la pronta reconstrucción de la estructura colapsada. Esta demanda se suma a la preocupación de que otras obras en la región presentan vulnerabilidades similares.
El incidente reabre el debate sobre la calidad de las infraestructuras públicas en el país. Especialistas han advertido en repetidas ocasiones que la falta de mantenimiento y las lluvias intensas representan un riesgo latente para puentes y carreteras, particularmente en zonas rurales donde el tránsito de vehículos pesados es frecuente. De hecho, Monte Plata ha registrado en los últimos años varios desbordamientos de ríos que han puesto en evidencia la fragilidad de su red vial.
La situación no solo plantea un reto de ingeniería y financiamiento, sino también de seguridad ciudadana. En un contexto donde la conectividad es esencial para el desarrollo económico, el colapso de este puente es un recordatorio de la urgencia de invertir en infraestructuras resilientes, capaces de soportar el paso del tiempo y las inclemencias del clima.








