DGM intensifica redadas más de 1 100 haitianos detenidos en un solo día y crece la presión en la frontera

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La Dirección General de Migración (DGM) volvió a apretar el paso. Solo en la jornada de ayer sus brigadas capturaron a 1 129 nacionales haitianos sin estatus regular y enviaron a 838 de ellos de regreso a Haití a través de los pasos de Elías Piña, Dajabón, Jimaní y Pedernales. El operativo se desplegó desde el Gran Santo Domingo hasta Montecristi, con refuerzos del Ejército, el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRONT) y la Policía Nacional, que aportaron otros 568 arrestos, según los partes oficiales.

Según Listín Diario, los retenidos fueron llevados a los centros de Haina, Benerito y Santiago, donde se les tomaron huellas dactilares y datos biométricos antes de su repatriación, un protocolo que la institución asegura se ajusta a la ley migratoria vigente.

Estas redadas diarias se suman a un patrón ascendente. El 10 de abril la DGM anunció la detención de 1 404 haitianos y la deportación de 1 132 más en acciones relámpago desplegadas en todo el país. Cinco días después, otro parte oficial reportó 1 234 aprehensiones y 1 213 expulsiones adicionales.

Si se amplía la mirada, la magnitud impresiona: solo en los primeros 12 días de abril salieron por los portones fronterizos 14 874 personas, de acuerdo con cifras difundidas por la agencia Prensa Latina.  El ritmo refleja la meta de 10 000 deportaciones semanales anunciada en octubre pasado por el Gobierno de Luis Abinader, una intención que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ya calificaba entonces de “drástica”, al registrar picos de 1 000 retornos diarios en otoño de 2024.

Grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional, advierten que los operativos masivos “multiplican el riesgo de expulsiones colectivas y violaciones al debido proceso”, sobre todo de mujeres embarazadas, menores y solicitantes de asilo. Las advertencias se encadenan con reportes de hospitales dominicanos que lidian con una oleada de partos de madres haitianas que huyen de la crisis sanitaria al otro lado de la frontera.

La propia Oficina de Derechos Humanos del Departamento de Estado de EE. UU. ha señalado deficiencias: detenciones sin orden judicial, falta de intérpretes y traslados sumarios que impiden apelar la repatriación.

Desde el Palacio Nacional se insiste en que la presión migratoria “desborda” la capacidad de escuelas y hospitales. Mientras tanto, en los mercados binacionales de Dajabón y Pedernales los comerciantes dominicanos temen que el endurecimiento de la frontera merme el flujo de clientes haitianos, vital para la economía local.

Por ahora, la DGM mantiene la maquinaria encendida. Y aunque las cifras bailen a diario, el mensaje oficial es claro las repatriaciones seguirán al ritmo que imponga la coyuntura y la tensión en la línea divisoria, lejos de aflojarse, parece destinada a crecer.

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