El peso dominicano continúa mostrando señales de debilidad frente al dólar estadounidense, según las cifras publicadas por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) para este jueves 30 de octubre de 2025. La institución fijó la tasa de compra en RD$63.92 y la de venta en RD$64.45, reflejando una ligera variación respecto a jornadas anteriores, pero confirmando la tendencia de depreciación que ha marcado el comportamiento cambiario del año.
De acuerdo con el informe del Banco Central, el análisis de las tasas revela un deterioro sostenido del valor del peso cuando se compara con los niveles registrados hace doce meses. La tasa de compra, que el año pasado rondaba los RD$59.02, muestra una pérdida de valor de más de un seis por ciento, mientras que la de venta pasó de RD$60.21 a RD$64.32, una variación similar. Este movimiento confirma que, aunque el mercado cambiario ha mostrado estabilidad en el corto plazo, la tendencia general apunta hacia una depreciación constante de la moneda local frente al dólar.
Los economistas consultados en la más reciente Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del propio Banco Central coinciden en que el tipo de cambio podría cerrar el año en torno a los RD$64.00 por dólar. Esa proyección, que implica una depreciación interanual de 4.35 %, sugiere que el peso dominicano regresará a los niveles previstos a inicios de 2025, cuando ya se anticipaba un proceso gradual de ajuste cambiario.
En términos prácticos, la depreciación del peso tiene un impacto directo en los costos de importación, los precios de los bienes básicos y la planificación financiera de empresas y hogares. No obstante, los especialistas destacan que este comportamiento no es exclusivo de la República Dominicana, pues otras economías de la región también enfrentan presiones cambiarias derivadas del fortalecimiento del dólar y de la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
El Banco Central ha reiterado que mantiene su compromiso con la estabilidad macroeconómica y que cuenta con suficientes reservas internacionales para atender eventuales presiones en el mercado cambiario. Aun así, el seguimiento de los próximos meses será clave para determinar si el peso logra estabilizarse o si continuará la tendencia hacia un dólar más caro en el cierre del año.








