Dólar hoy en Colombia la divisa rompe la barrera de los $4.200 este 4 de abril y alborota el mercado

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La cotización de la divisa estadounidense no ha dado tregua en estos días, moviéndose de manera imprevista por decisiones económicas y políticas que han dejado nerviosos a inversionistas de todo el mundo. La volatilidad ha marcado la pauta, y se siente en cada transacción: los cambios repentinos, impulsados por nuevos paquetes de aranceles y tensiones comerciales, han creado un ambiente cargado de incertidumbre.

Según El Espectador, el más reciente giro en esta historia tiene que ver con las represalias de China frente a medidas proteccionistas de Estados Unidos. Los aranceles de respuesta han golpeado los mercados de materias primas, sobre todo el petróleo Brent, que está de capa caída como no se veía en cuatro años y ronda los 65 dólares por barril. Este choque ha disparado los temores de recesión y ha puesto a muchos economistas a debatir la magnitud del impacto que estas tensiones podrían tener en las principales economías mundiales.

Aunque la subida del dólar impacta con mayor fuerza a países que dependen del billete verde para sus transacciones diarias, también ha generado cierta ventaja competitiva para exportadores de naciones con monedas más débiles. Mientras tanto, en Estados Unidos, algunos reportes laborales arrojan señales mixtas: la tasa de desempleo aumentó levemente al 4,2 % en marzo de 2025, pero las nóminas no agrícolas crecieron en 228.000 puestos. Varios analistas, incluyendo a economistas de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, consideran que la Reserva Federal podría tomar cartas en el asunto con un recorte de tasas para sostener la actividad productiva, aunque persiste la duda sobre cuántos movimientos de este tipo serán necesarios para estabilizar el panorama.

En medio de ese vaivén, los compradores y vendedores de divisas van con cautela, convencidos de que las tensiones geopolíticas tienen filo para seguir influyendo en los mercados durante semanas o incluso meses. A eso se suman las restricciones chinas a la exportación de tierras raras y la ampliación de sanciones a compañías relacionadas con Taiwán, ingredientes adicionales para un cóctel que ya estaba amargo y ahora apunta a intensificarse. Incluso algunos sectores en Latinoamérica miran de reojo los altibajos, pues sus economías pueden resentir cualquier sacudida global, sobre todo si el comercio con Asia y Estados Unidos experimenta frenazos o embotellamientos adicionales.

A pesar del escenario revuelto, hay quienes sostienen que estas crisis también abren oportunidades. Autoridades económicas en la región caribeña, por ejemplo, consideran que es el momento para diversificar las exportaciones y encontrar nichos de mercado en medio de las tensiones. Algunos expertos locales recuerdan que la cooperación intrarregional cobra relevancia cuando los conflictos entre gigantes mundiales generan estrés en los precios y en los flujos de capital.

No es la primera vez que el dólar “coge pique” de forma tan marcada, y probablemente no sea la última. Queda por ver si las negociaciones bilaterales logran enfriar los aranceles y fomentar un diálogo que devuelva la calma. Mientras eso sucede, los mercados seguirán sopesando con cautela la marea de datos, titulares y repercusiones que, con cada nueva decisión, redefinen los puntos de referencia de la economía global.

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