El mercado cambiario dominicano amaneció con un dólar a RD$ 60.11 para la compra y RD$ 60.57 para la venta, según el sondeo diario del Banco Central de la República Dominicana (BCRD). Estos niveles confirman la ligera apreciación que la moneda local ha mostrado en lo que va de año.
De acuerdo con los registros históricos del propio BCRD, el peso ha resistido con firmeza las presiones externas: hace exactamente un año, el 15 de julio de 2024, el tipo de cambio se situaba alrededor de RD$ 58.91, lo que refleja una depreciación interanual inferior al 3 %. Este ritmo se mantiene por debajo del promedio regional y de las expectativas de varios analistas que habían proyectado un escenario más volátil.
El flujo constante de remesas que alcanzó US$ 3,917.4 millones entre enero y abril de 2025 ha sido un amortiguador clave, inyectando divisas frescas y sosteniendo la disponibilidad de dólares en el sistema financiero.
En cuanto al euro, la divisa comunitaria se negocia en torno a RD$ 70.23, de acuerdo con datos de apertura recopilados por Infobae, con una leve variación positiva frente a la jornada previa.
¿Qué implica para quienes envían y reciben dólares?
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Remesas y ahorros. El ligero encarecimiento del dólar favorece a la diáspora dominicana en EE. UU., ya que cada billete verde se convierte en más pesos. Sin embargo, el incremento es moderado; no conviene posponer envíos esperando un repunte brusco que podría no materializarse.
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Créditos en divisa. Empresas con préstamos en dólares enfrentan mayores costos de servicio de deuda, por lo que resulta prudente revisar coberturas cambiarias si sus ingresos son principalmente en pesos.
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Turismo y pagos externos. Para agencias de viaje y comercios que importan mercancías, el nivel actual sigue siendo manejable dentro de la banda esperada por el BCRD, que mantiene la Tasa de Política Monetaria en 5.75 % y respalda la estabilidad del peso.
Mirada crítica
Aunque la depreciación interanual es contenida, la trayectoria de la curva sugiere cierta presión alcista para el cuarto trimestre, cuando históricamente los pagos de importaciones aumentan y se normaliza el flujo de remesas. La mayor interrogante radica en la política de la Reserva Federal de EE. UU. cualquier señal de tipos más altos podría encarecer aún más el dólar y trasladar parte de esa volatilidad al mercado local. Mantener un seguimiento semanal no solo diario de la paridad puede ayudar a las familias y a las pymes exportadoras a planificar con menos sobresaltos.
En resumen, el dólar se mantiene dentro de un rango controlado, gracias a una combinación de remesas récord, disciplina monetaria y un mercado que absorbe bien la demanda estacional. No obstante, el escenario global sigue moviéndose, así que la recomendación es clara tomar decisiones financieras con información actualizada y, de ser posible, diversificar fuentes de ingreso en divisas.








