Edesur Dominicana logró restablecer el servicio eléctrico en la mayoría de las zonas afectadas por la tormenta Melissa en menos de medio día, mostrando una capacidad de respuesta que sorprendió incluso a los propios usuarios. A pesar de los estragos que dejó el fenómeno atmosférico en el país, la distribuidora consiguió recuperar el 98 % de las averías en menos de 12 horas.
De acuerdo con los reportes internos de la empresa, el paso de Melissa que evolucionó a huracán al salir del territorio nacional puso a prueba la fortaleza de la red eléctrica y la preparación de su personal. Más de la mitad de los circuitos y casi la mitad de los interruptores telecontrolados quedaron fuera de servicio durante las primeras horas de la tormenta.
El impacto se sintió de inmediato: más de 697 mil clientes experimentaron interrupciones, lo que representó cerca del 68 % de los usuarios del sistema. Sin embargo, la rápida activación del plan de contingencia permitió que unos 160 equipos técnicos se desplegaran por todo el territorio concesionado, incluyendo zonas rurales y comunidades aisladas por inundaciones.
El 74 % de las averías fueron solucionadas en menos de 12 horas y casi una cuarta parte, en menos de una. Solo en casos aislados, donde las condiciones del terreno impidieron el acceso inmediato, la reparación tardó entre 12 y 24 horas. Hospitales, acueductos y los centros de mando del COE fueron priorizados para evitar interrupciones críticas durante la emergencia.
Entre los días 23 y 25 de octubre, el total de energía no servida alcanzó 1.78 GWh, con un impacto económico estimado en casi 19 millones de pesos en ventas no realizadas. San Cristóbal encabezó la lista de provincias más afectadas, acumulando cerca de 689 MWh sin suministro durante el evento.
Las operaciones de recuperación también generaron costos adicionales: solo en las provincias del suroeste —entre ellas San Cristóbal, Baní, Azua, San Juan, Neyba y Barahona— los gastos operativos ascendieron a más de 11.7 millones de pesos. Aun así, Edesur logró mantener un abastecimiento general de energía que osciló entre el 94 % y el 97 %, lo que evidenció la resiliencia del sistema eléctrico.
Durante toda la contingencia, la compañía trabajó en coordinación permanente con el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet) y el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), garantizando monitoreo en tiempo real y decisiones ágiles frente a cada incidente reportado.
Aunque Melissa representó un reto mayúsculo y provocó pérdidas importantes, la respuesta de Edesur mostró un avance tangible en la gestión de emergencias eléctricas. La planificación previa, la disciplina técnica y la movilización rápida de brigadas lograron reducir el impacto y acelerar la normalización del servicio en zonas vulnerables.

 
                                    







