El gobierno de Estados Unidos ofreció asistencia humanitaria urgente al pueblo cubano tras el devastador paso del huracán Melissa, que dejó severos daños y miles de familias afectadas en toda la isla. La decisión llega luego de días de incertidumbre sobre si Washington incluiría a Cuba dentro de los países receptores de apoyo.
Según la agencia EFE, el secretario de Estado, Marco Rubio, informó a través de la red social X que su país está “preparado para ofrecer ayuda humanitaria inmediata al pueblo de Cuba afectado por el huracán”. El anuncio amplía la lista de naciones que ya estaban recibiendo asistencia estadounidense, como Jamaica, Haití, República Dominicana y Bahamas.
El mensaje de Rubio, quien es hijo de inmigrantes cubanos y mantiene una posición firme contra el régimen de La Habana, no precisó si la ayuda se coordinará directamente con el gobierno cubano o mediante organizaciones internacionales. Sin embargo, el gesto representa un giro en la comunicación inicial del Departamento de Estado, que había omitido a Cuba en sus reportes previos sobre la respuesta al ciclón.
De acuerdo con un comunicado oficial, el presidente Donald Trump autorizó la movilización de recursos de emergencia y equipos de rescate hacia los territorios más golpeados por Melissa, que pasó de categoría 5 a 2 mientras avanzaba hacia Bermudas. En su recorrido por el Caribe, el huracán dejó un rastro de destrucción, inundaciones y pérdidas humanas.
En Cuba, el fenómeno provocó la interrupción del servicio eléctrico en amplias zonas, el aislamiento de varios municipios y el colapso de viviendas y cultivos. Las autoridades locales reportaron severos daños materiales y comunidades completamente incomunicadas.
El balance regional es desolador: al menos 32 personas fallecieron a causa del ciclón, con 23 víctimas en Haití, cuatro en Jamaica, cuatro en Panamá y una en República Dominicana, según el Centro Nacional de Huracanes.
Aunque aún no se han detallado los mecanismos de cooperación entre Washington y La Habana, la decisión estadounidense de incluir a Cuba en su plan de asistencia podría marcar un leve acercamiento humanitario en medio de las tensas relaciones bilaterales que persisten desde hace décadas.

 
 
                                    







