La tensión alrededor de Venezuela volvió a ganar terreno en el debate internacional tras las recientes declaraciones del papa León XIV, quien pidió rebajar el nivel de confrontación y poner en primer plano cualquier vía que alivie la incertidumbre que vive la población. Su postura apunta a un escenario donde la diplomacia recupere protagonismo en medio de advertencias militares y decisiones que mantienen en vilo a la región.
Según EFE, el pontífice respondió a un grupo de periodistas durante el vuelo de retorno desde Líbano, donde planteó que las señales provenientes de Washington cambian con rapidez y que ese vaivén genera dudas sobre las intenciones reales de la Casa Blanca respecto a Caracas. Explicó que, aunque no dispone de más información que la disponible públicamente, le preocupa que la retórica pueda escalar hacia acciones que pongan en riesgo la estabilidad del país sudamericano.
El líder de la Iglesia Católica insistió en que el diálogo no solo debe considerarse como un ideal diplomático, sino como una herramienta práctica capaz de abrir rutas de entendimiento incluso cuando los márgenes parecen estrechos. Mencionó que la presión económica puede ser usada como mecanismo negociador, pero solo si se orienta a facilitar un cambio pacífico y no a profundizar el sufrimiento de las comunidades que ya cargan con la crisis.
Dentro del propio entorno eclesial se desarrolla también un esfuerzo por bajar la tensión. El papa explicó que tanto la conferencia episcopal venezolana como la nunciatura trabajan en propuestas que ayuden a proteger a la población, consciente de que la gente común es la más golpeada por las decisiones políticas y la confrontación entre gobiernos.
El escenario regional sigue rodeado de movimientos militares que elevan la preocupación. Desde septiembre, Estados Unidos mantiene un despliegue naval y aéreo en el Caribe que justifica bajo la lucha contra el narcotráfico. Ese operativo ha venido acompañado de señalamientos directos contra el presidente Nicolás Maduro, a quien vincula con el llamado Cartel de los Soles, grupo designado como terrorista por Washington en noviembre.
Las autoridades estadounidenses aseguran haber interceptado una veintena de embarcaciones presuntamente asociadas al tráfico de drogas, con más de 80 fallecidos en esos incidentes. Paralelamente, la Administración Federal de Aviación recomendó a pilotos y aerolíneas extremar precauciones al sobrevolar Venezuela o el sur del Caribe, clasificando la zona como de riesgo creciente.
El ambiente se volvió aún más sensible tras la advertencia del presidente Donald Trump sobre un posible cierre total del espacio aéreo venezolano, una señal que suma presión a un tablero político ya cargado de incertidumbre. Mientras tanto, el llamado del papa busca reorientar la conversación hacia una salida menos estridente, recordando que detrás de cada decisión geopolítica hay un país que intenta sostenerse entre la crisis y la expectativa de un futuro más estable.








