La relación económica entre España y el Reino Unido vuelve a moverse en medio de un escenario donde las empresas buscan condiciones más ágiles para operar. En Londres, representantes del Gobierno español plantearon una salida a uno de los problemas que más inquieta al sector empresarial las trabas para desplazar profesionales en misiones cortas.
Según EFE, la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, explicó que ambos gobiernos exploran una vía que facilite la llegada de trabajadores cualificados para servicios temporales. La propuesta española apunta a una exención de visado para estancias inferiores a 90 días, inspirada en un modelo recién aprobado en Madrid y que Londres analiza replicar.
La funcionaria reconoció que el sistema británico de patrocinio complica el día a día de muchas compañías con presencia en ese mercado. Las empresas llevan tiempo advirtiendo que la falta de mecanismos ágiles para trasladar a sus ejecutivos o técnicos limita la competitividad, especialmente en sectores donde la especialización es determinante.
El debate migratorio llega, además, en un contexto de inversión cambiante. Los flujos españoles hacia el Reino Unido se redujeron de manera notable en la primera mitad de 2025, tras un año 2024 marcado por operaciones puntuales de gran tamaño. Aunque la caída es visible, López interpreta el fenómeno como parte de un periodo de volatilidad global que influye en decisiones de negocio.
Pese a ese descenso, el Reino Unido mantiene una posición clave para España: es el segundo destino de su inversión exterior, solo superado por Estados Unidos. Los datos del Barómetro sitúan el acumulado en 83.000 millones de euros para 2023, reflejo de una relación empresarial muy arraigada. Telecomunicaciones, energía y cosmética se disputan el liderazgo según el periodo analizado, a la vez que sectores como el transporte aéreo y los servicios financieros siguen captando capital de forma constante.
El estudio también muestra un clima empresarial estable, aunque sin excesos de entusiasmo. La nota media de 2,9 sobre 5 marca una continuidad respecto al año anterior, mientras crece la percepción de deterioro entre algunos participantes. La digitalización y la sostenibilidad aparecen como áreas donde el Reino Unido ofrece un entorno propicio, pero la innovación sigue siendo un punto débil por la limitada implicación pública.
Aun así, las proyecciones para 2026 destilan optimismo moderado. Más de la mitad de las compañías anticipa aumentos de ingresos y casi nueve de cada diez prevé mantener o ampliar su plantilla. Entre las sombras del corto plazo surgen riesgos ya conocidos: inflación, posibles incrementos operativos y la incertidumbre fiscal, un asunto que las empresas siguen con atención.
El Barómetro se divulga después de la firma del nuevo Marco Estratégico Bilateral entre ambos gobiernos, un acuerdo que busca reforzar la cooperación económica. Con ese telón de fondo, la eventual flexibilización migratoria aparece como un paso que podría aliviar tensiones y mejorar la circulación de talento. En un entorno global que exige rapidez, cualquier ajuste que facilite la movilidad se convierte en pieza clave para sostener el dinamismo empresarial.








