El Banco Central de la República Dominicana dio a conocer este martes 30 de septiembre los precios de referencia para la compra y venta del euro, en un contexto de depreciación sostenida del peso dominicano frente a la moneda europea.
De acuerdo con las cifras oficiales, las Entidades Financieras fijaron la tasa de compra en RD$71.53 y la de venta en RD$75.94. Mientras tanto, los Agentes de Remesas y Cambio registraron tasas ligeramente distintas: RD$72.48 para la compra y RD$74.57 para la venta.
Aunque los ajustes parecen moderados en comparación con el mes pasado, los datos confirman que la moneda nacional mantiene una tendencia de pérdida de valor frente al euro. En agosto, las entidades financieras reportaban una tasa de compra de RD$72.35 y una de venta de RD$74.25, lo que refleja depreciaciones de -0.04 % y -0.16 % respectivamente en apenas un mes.
El panorama es más claro al mirar en retrospectiva: hace un año la tasa de venta del euro rondaba los RD$67.87, y la de compra los RD$66.10. En términos relativos, el peso dominicano se ha depreciado más de 8.7 % en un año frente a la divisa europea, una magnitud que impacta directamente en sectores como las importaciones, los viajes internacionales y los compromisos financieros externos.
Analistas locales señalan que esta tendencia no es exclusiva de República Dominicana, ya que otras economías de la región también experimentan presiones cambiarias vinculadas a la fortaleza del euro en los mercados internacionales. A nivel global, el comportamiento de la moneda europea se ha visto influenciado por decisiones de política monetaria del Banco Central Europeo, que mantiene tasas de interés en niveles altos para contener la inflación en la zona euro.
En el caso dominicano, la depreciación frente al euro también se combina con la evolución del dólar estadounidense, divisa que concentra la mayor parte de las transacciones comerciales. Especialistas advierten que, si el diferencial entre ambas monedas continúa ampliándose, el costo de los bienes importados desde Europa podría encarecerse aún más en lo que resta del año.
El seguimiento de la tasa euro-peso se vuelve clave no solo para el sector financiero, sino también para los hogares que dependen de remesas y para las empresas que sostienen relaciones comerciales con países europeos.








