La evaluación técnica del desempeño de los jueces de la Suprema Corte de Justicia fue calificada como un hito en la vida institucional del país por el director de la Oficina Nacional de Defensa Pública, Rodolfo Valentín Santos, quien destacó que este proceso marca un “antes y un después” para la justicia dominicana.
Según el medio CDN, Valentín resaltó que, por primera vez, los magistrados son valorados por su trabajo real y no por influencias externas o presiones políticas. A su juicio, este mecanismo fortalece la independencia del Poder Judicial y envía un mensaje claro de que la continuidad de los jueces debe depender de su trayectoria y resultados, consolidando así la meritocracia.
El proceso, que incluye entrevistas públicas, objeciones y deliberaciones abiertas, ha sido concebido para garantizar la transparencia y el escrutinio ciudadano. “La justicia está demostrando al país que puede rendir cuentas; sus jueces no están por encima del control social”, sostuvo el titular de la Defensa Pública.
Valentín advirtió que separar jueces sin pruebas suficientes sería un retroceso, mientras que mantener a aquellos con hojas de servicio probadas asegura estabilidad institucional y confianza en las decisiones judiciales. A su entender, este mecanismo promueve un Poder Judicial más fuerte, basado en criterios técnicos y objetivos.
El proceso de evaluación a los magistrados coincide con un debate más amplio sobre la reforma judicial en la región. En países como Chile y Colombia, se han impulsado iniciativas similares que buscan mayor rendición de cuentas, aunque con diferentes niveles de aceptación. Para analistas locales, la experiencia dominicana podría convertirse en un referente regional si logra mantenerse libre de presiones políticas.
Más allá del resultado inmediato, especialistas en derecho constitucional consideran que este tipo de mecanismos fortalece el Estado de derecho, ya que genera confianza en las instituciones y reafirma que el mérito y la capacidad deben primar sobre los intereses coyunturales.
En un contexto donde la ciudadanía demanda mayor transparencia, la evaluación de los jueces de la Suprema Corte representa una oportunidad para afianzar la independencia judicial y consolidar la democracia dominicana.








