Después de tres años de silencioso autoexilio y un prontuario que incluye arrestos y acusaciones por agresión, Ezra Miller reapareció en la alfombra roja del Filming Italy Sardegna Festival y confesó a la prensa que su relación con el cine es “tentativa”. El intérprete de The Flash admitió que Cannes fue “un reingreso duro” y que solo viajó para apoyar a su amiga, la directora Lynne Ramsay, con quien coescribe “Die My Love”. Miller reconoció “remordimiento” por sus actos pasados y, con un tono casi penitente, apuntó que su prioridad ahora es la lealtad a sus cercanos, no la fama. Aunque no hay fecha para su regreso a un set, Ramsay reveló que el proyecto conjunto podría ser su próxima película. El actor remató con una pulla “Si duras tres años en el monte, no vayas directo a Cannes”. Habrá que ver si la industria, tan presto a cancelar, está igual de dispuesta a perdonar.
Ezra Miller se asoma otra vez a Hollywood con pies de plomo
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