La República Dominicana despide a uno de sus hombres públicos más destacados: el economista e ingeniero Guillermo Caram Herrera, quien falleció dejando un legado de integridad y servicio al país. Su partida marca el cierre de una vida vinculada al quehacer económico, académico y cívico nacional.
Caram Herrera ocupó la Gobernación del Banco Central en una etapa de grandes desafíos para la economía dominicana, desde donde impulsó políticas con el sello de la prudencia y la transparencia que lo caracterizaron. Su labor le granjeó reconocimiento como profesional honesto, comprometido con el desarrollo y firme defensor de la institucionalidad.
Más allá de sus responsabilidades oficiales, se distinguió como voz crítica en el debate público. Durante años participó en espacios académicos y medios de comunicación, aportando ideas sobre la planificación urbana, el ordenamiento económico y la gestión responsable de los recursos del Estado. Sus planteamientos, siempre marcados por el rigor técnico, lo convirtieron en una referencia para varias generaciones de economistas y urbanistas.
Le sobreviven su esposa, Gladys Ibarra, así como sus hijos María Alexandra y Tony, Mónica y Amado, Paola, Joanna y José, Natanelle y Hansel, y María Gabriela. También su hermana Magaly, nietos, sobrinos y demás familiares, quienes resaltan su ejemplo de vida íntegra y su compromiso con el país.
El velatorio se lleva a cabo en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln desde este jueves, hasta mañana viernes a las 9:00 de la noche. Sus restos serán sepultados el mismo viernes a la 1:00 de la tarde en el Cementerio Cristo Redentor.
Con su fallecimiento, el país pierde a un ciudadano ejemplar, cuya trayectoria seguirá siendo referente de servicio público y decencia profesional.