El mundo del atletismo y cualquiera que crea en las segundas oportunidades amaneció hoy con una noticia que encoge el corazón Fauja Singh, el hombre que demolió los relojes corriendo maratones después de los 90, falleció a los 114 años tras ser arrollado por un vehículo mientras daba su acostumbrado paseo matutino en su aldea de Beas, al norte de la India. Según las autoridades locales, el conductor se dio a la fuga y la policía revisa las cámaras de seguridad para esclarecer el caso.
De acuerdo con la agencia EFE, la muerte fue confirmada por su biógrafo Khushwant Singh tras conversar con los familiares del corredor. La noticia motivó un mensaje de duelo del primer ministro Narendra Modi, quien lo calificó de “figura extraordinaria” y ejemplo de determinación para la juventud india.
Una vida que arrancó tarde y aceleró sin freno
Singh se colgó su primer dorsal oficial a los 89 años, buscando superar el dolor por la pérdida de su hijo. Lo que comenzó como terapia se convirtió en epopeya: en el Maratón de Londres del 2000 dejó claro que no corría por moda, sino porque la vida le quedaba grande para caminarla.
Su gesta más famosa llegó en Toronto, 2011 con 100 años en el pasaporte, completó los 42,195 km en 8 horas y 11 minutos. El Libro Guinness no lo homologó por falta de certificado de nacimiento de 1911, pero su hazaña retumbó igual gracias a respaldos oficiales como su pasaporte británico y una carta de felicitación de la reina Isabel II.
Del asfalto a la cultura pop
El apodo de “Tornado con Turbante” no solo se ganó en la pista. Singh fue portador de la antorcha olímpica en Atenas 2004 y Londres 2012, donde su presencia arrancó ovaciones que eclipsaron a atletas veinteañeros. También prestó su imagen a campañas de Adidas y PETA, convirtiéndose en símbolo de vitalidad y disciplina para la diáspora sij alrededor del planeta.
¿Cómo se entrena un centenario?
Especialistas en gerontología deportiva destacan tres pilares de su longevidad atlética:
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Alimentación sencilla
Singh era vegetariano estricto, con dieta basada en lentejas, panes integrales y té de jengibre, lejos de los batidos de proteína ultraprocesados de hoy. -
Entrenamiento progresivo
Corría a ritmo “de conversación” y priorizaba la distancia sobre la velocidad, estrategia que redujo lesiones, según la Asociación de Masters Athletics de Ontario.Mentalidad estoica
Él mismo repetía: “El dolor es temporal, el abandono es para siempre”. Ese mantra lo llevó a terminar maratones incluso bajo lluvia gélida en Escocia a los 92.
Legado y lecciones para el Caribe y más allá
En República Dominicana vivimos pendientes de la próxima zafra de béisbol o del último sprint de Marileidy Paulino, pero historias como la de Singh nos sacuden la comodidad: demuestran que la edad cronológica no dicta la capacidad de soñar ni de competir. Su ejemplo debe inspirar políticas públicas que promuevan el ejercicio en adultos mayores, desde parques con rutas seguras hasta programas de salud preventiva.
Además, su caso reabre el debate sobre la homologación de récords en categorías de longevidad. Organizaciones como World Masters Athletics ya estudian métodos alternativos de verificación para países donde los registros de nacimiento son incompletos, evitando que proezas como la de Singh queden en un limbo estadístico.
Cierre sin línea de meta
Fauja Singh colgó los tenis competitivos oficialmente a los 101 años, jurando que seguiría trotando “hasta que las piernas manden la última carta”. Ese mensaje, mitad promesa y mitad poesía, hoy cobra un peso distinto. Se fue haciendo lo que amaba mover el cuerpo y la esperanza de quienes lo veían como prueba viviente de que nunca es tarde para arrancar. Su legado, como las buenas carreras, no termina en la cinta de llegada; apenas dobla la esquina hacia nuevas generaciones que, gracias a él, saben que los límites pueden ser solo sugerencias.








