El flan nace en la antigüedad grecorromana como una cuajada de huevos y leche; en la Edad Media pasó a España y, con la colonización, llegó a América. La versión moderna con leche condensada se popularizó en el siglo XX en México y el Caribe por la disponibilidad de lácteos enlatados, volviéndose el flan “rápido” y sedoso que hoy conocemos.
Ingredientes (8 porciones)
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Azúcar para caramelo: 100 g (½ taza) + 2 cdas de agua
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Mezcla: 1 lata de leche condensada (395 g), 1 lata de leche evaporada (340–360 ml), 4 huevos grandes, 1 cdta vainilla, pizca de sal
Paso a paso
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Caramelo. En sartén, calienta el azúcar con el agua a fuego medio sin mover hasta ámbar. Vierte en un molde (18–20 cm) y cubre el fondo.
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Licuar. Bate/mezcla condensada, evaporada, huevos, vainilla y sal 10–15 s (sin espumar demasiado).
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Horno. Vierte en el molde; coloca a baño María (agua caliente a mitad del molde). Hornea a 160–170 °C por 50–60 min hasta que el centro apenas tiemble.
Opción olla: coloca el molde tapado sobre rejilla dentro de una olla con agua (a ⅓ de altura), tapa y cocina a fuego bajo 55–70 min. -
Enfriar. Deja templar, refrigera mínimo 4 h (mejor de un día para otro).
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Desmoldar. Pasa un cuchillo por el borde, invierte y sirve con el caramelo.
Tips rápidos: si burbujea mucho, baja temperatura; si te gusta más firme, añade 1 huevo extra.