La temporada de Fórmula Uno llega a su capítulo final con el británico Lando Norris frente a la oportunidad más grande de su carrera. El piloto de McLaren aterriza en Abu Dabi con la presión de convertir su temporada más sólida en un título mundial que se le ha resistido, pese a su crecimiento constante en la parrilla.
Según EFE, el desenlace en Yas Marina se cocina con una tensión poco habitual: tres contendientes llegan con opciones reales de coronarse, un lujo que la F1 no vivía desde 2010. McLaren, ganador anticipado del campeonato de constructores, carga ahora con el desafío emocional y estratégico de no dejar escapar un trofeo que ha tenido al alcance durante buena parte del año.
Norris lidera con 408 puntos y un margen que parece cómodo en el papel, pero que en la pista puede evaporarse en cuestión de curvas. Le alcanza un podio para proclamarse campeón; aun así, su fiabilidad en los cierres de temporada será puesta a prueba frente a un Max Verstappen que ha recuperado su forma implacable desde septiembre y un Oscar Piastri decidido a inscribir su nombre en la historia australiana, algo que no ocurre desde Alan Jones en 1980.
El neerlandés, cuatro veces campeón, llega con impulso feroz. Cinco victorias en las últimas ocho carreras devolvieron al paddock la sensación de inevitabilidad que lo acompañó en años anteriores. Si gana el domingo y Norris cae al quinto puesto o peor el título regresaría a sus manos contra todo pronóstico. Sería una remontada monumental que ampliaría su legado a un quinto campeonato consecutivo.
Del otro lado, Piastri persigue un sueño que parecía lejano al inicio del año. Tiene un camino más estrecho, pero no imposible necesita imponerse en Abu Dabi y que Norris quede fuera del top 6. El australiano ya demostró temple en Qatar, donde se adueñó del sprint, y confía en que un último giro del destino vuelva a abrirle la puerta.
El ambiente se volvió aún más eléctrico por los tropiezos recientes. La descalificación doble de McLaren en Las Vegas y una estrategia fallida en Qatar comprimieron una lucha que parecía definida. Ese remezón revitalizó las aspiraciones de Verstappen y reavivó la batalla interna en el garaje naranja, una dinámica que el equipo ha manejado con cautela para evitar tensiones públicas.
El fin de semana en Yas Marina tendrá, además, un ingrediente adicional con la presencia del mexicano Pato O’Ward en los entrenamientos del viernes, una oportunidad que McLaren aprovecha para seguir puliendo talento de su cantera mientras Piastri descansa en la primera sesión.
En un circuito que históricamente ha ofrecido finales dramáticos, la edición 2025 reúne todos los elementos de un desenlace que el público difícilmente olvidará. Si Norris concreta el título, quedará como la confirmación de una nueva era. Si Verstappen o Piastri logran arrebatarle la corona, el deporte sumará uno de los capítulos más sorprendentes de su archivo.








