La zona de Friusa, en el corazón del distrito turístico de Bávaro, experimentó en días recientes un despliegue masivo de fuerzas militares y policiales que marcó un antes y un después en la dinámica local. El objetivo principal radicó en poner orden a la creciente afluencia de personas en situación irregular y rescatar la tranquilidad de un espacio clave para la industria turística, motor económico de la República Dominicana. Residentes y comerciantes respiraron cierto alivio ante la presencia constante de patrullajes y puntos de control, a la vez que se preguntan por el impacto a largo plazo en la vida cotidiana del sector.
Según deultimominuto, las autoridades realizaron un operativo que incluyó la detención de más de 300 individuos en condición migratoria irregular, posteriormente trasladados para verificar sus documentos y repatriar a quienes no cumplieran con los requisitos legales. La acción, encabezada por el vicealmirante Lee Ballester y apoyada por la Dirección General de Migración, el Ejército de la República Dominicana y la Policía Nacional, no se limitó a Friusa: también abarcaron Mata Mosquito, Villa Playwood y Haití Chiquito. Fuentes oficiales informaron que el número de efectivos desplegados superó los dos centenares, reforzando los accesos y asegurando que la intervención fuera total.
La respuesta de la comunidad local se ha visto reforzada por la reciente “Marcha Patriótica”, celebrada en la misma zona. Varios líderes comunitarios aseguran que la marcha sirvió de llamada de atención para frenar la ola de migrantes no regularizados. Además, la presencia de organismos de inteligencia en estos operativos busca identificar presuntos focos delictivos y reducir incidentes que perjudiquen a dominicanos y a turistas por igual. El Ministerio de Interior y Policía ha informado que, en lo que va de año, se incrementó en un 15 % la vigilancia de zonas turísticas, sustentando su plan con estadísticas que apuntan a un mayor flujo migratorio en regiones costeras durante los meses de alta ocupación hotelera.
Entidades de derechos humanos, mientras tanto, han reiterado la importancia de garantizar el debido proceso a cada persona retenida, subrayando que el combate a la irregularidad migratoria no debe escalar en violaciones a la dignidad humana. Voceros oficiales sostienen que el procedimiento ha sido planificado conforme a la Ley General de Migración y que buscan dar una señal de firmeza ante el tema, sin dejar de lado la legalidad. Aun así, surgen voces que señalan la necesidad de un plan integral: no solo reforzar la vigilancia, sino también fomentar la integración de quienes puedan regularizar su estatus y aportar al progreso del país.
Este tipo de operativos sugiere que el Gobierno no planea dar tregua frente a la irregularidad migratoria, particularmente en los entornos más sensibles para el turismo. A ojos de muchos ciudadanos, el mayor desafío es lograr un equilibrio donde los esfuerzos de seguridad y las oportunidades económicas convivan sin generar conflictos. La clave radica en la constancia de las autoridades y la participación activa de la comunidad, para que Friusa y todo Bávaro conserven la fama de destino hospitalario sin renunciar a la estabilidad que demandan sus habitantes.