El Salón de la Fama del Baloncesto abrió sus puertas a tres figuras que transformaron el juego en diferentes frentes. La clase de 2025, anunciada por el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame, une a Carmelo Anthony, Dwight Howard y Sue Bird, quienes dejaron en la NBA y en la selección de Estados Unidos un legado imposible de ignorar. Sus hazañas se remontan a un recorrido que conecta instantes históricos, desde finales memorables hasta el dominio olímpico.
Tal como revela EFE, los elegidos también incluyen al entrenador Billy Donovan y a la formidable selección olímpica de Pekín 2008, ese famoso “Redeem Team” que reestableció el poderío del baloncesto estadounidense tras el tropiezo en Atenas 2004. De acuerdo con datos oficiales del Comité Olímpico Internacional, aquel conjunto superó a España en la final (118-107), adjudicándose una medalla de oro que renovó la mística ganadora de Estados Unidos. Dirigidos por Mike Krzyzewski, nombres como Kobe Bryant, LeBron James, Chris Paul, Dwyane Wade, Jason Kidd y Chris Bosh brillaron junto a Anthony y Howard, trazando un antes y un después en la historia del deporte.
Anthony, 10 veces All-Star en la NBA, cautivó a fanáticos de los Denver Nuggets y de los New York Knicks con ese toque único al ataque. Dicen quienes lo vieron crecer que su desempeño en la selección estadounidense sirvió para consagrarlo como ícono internacional. Dwight Howard, por su parte, aportó músculo y defensa de élite en la pintura; fue reconocido en numerosas ocasiones por su capacidad rebotera y de intimidación, y selló su nombre con el anillo logrado junto a los Lakers en 2020.
Mientras tanto, Sue Bird se convirtió en referente indiscutible del baloncesto femenino. Con el Seattle Storm de la WNBA, levantó cuatro títulos y se encumbró con cinco oros olímpicos, proeza que la distingue como una de las atletas más influyentes de su disciplina. Las autoridades del Salón de la Fama, institución fundada en 1959 y ubicada en Springfield (Massachusetts), reconocieron además la trayectoria de Billy Donovan, estratega que triunfó con Florida en la NCAA y sigue activo en la NBA.
Los nombres que forman esta nueva generación en el Salón de la Fama simbolizan tenacidad y un amor infinito por el deporte. Bajo la mirada de expertos y fanáticos, el baloncesto continúa transitando una evolución que expande sus horizontes, ya sea por los récords batidos, la competitividad de ligas internacionales o la popularidad creciente del juego femenino. Aquí, cada acto y cada triunfo se convierten en testimonio vivo de una tradición que no deja de renovarse.
