La Costa del Sol ha vuelto a ser escenario de un amplio operativo policial que ha puesto en jaque al crimen organizado. En apenas un mes, la Policía Nacional logró desarticular siete bandas de narcotráfico, con la detención de 55 personas acusadas de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.
Según la agencia EFE, durante las operaciones se incautaron 37 armas de fuego, numerosa munición y casi nueve toneladas de hachís y cocaína. Los investigadores aseguran que los grupos desmantelados estaban fuertemente armados, operaban con altos niveles de violencia y contaban con estructuras de coordinación propias de organizaciones internacionales.
El comisario principal y jefe provincial, Roberto Rodríguez Velasco, destacó que las actuaciones permitieron esclarecer hechos graves ocurridos en las últimas semanas, entre ellos un secuestro en Marbella y dos tiroteos registrados en Málaga capital y Benalmádena. Sabemos que queda mucho camino por recorrer, pero no vamos a ceder, afirmó el mando policial, subrayando el compromiso de las fuerzas de seguridad en devolver la tranquilidad a la provincia.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Francisco Javier Salas Ruiz, calificó el operativo como el golpe más certero y duro contra el crimen organizado en nuestra provincia en los últimos tiempos. También valoró la cooperación entre unidades de inteligencia, antidroga y unidades de élite que lograron coordinar las detenciones sin incidentes graves.
La ofensiva contra el narcotráfico en el sur de España se enmarca en una estrategia más amplia impulsada por el Ministerio del Interior para frenar la escalada de violencia vinculada al tráfico de drogas. En los últimos años, la Costa del Sol se ha convertido en uno de los puntos más sensibles del país por su ubicación estratégica y su conexión con rutas internacionales del hachís y la cocaína.
Fuentes policiales confirmaron que, además de las armas y las drogas, se decomisaron cuarenta vehículos de alta gama y más de 150.000 euros en efectivo. Las investigaciones continúan abiertas para identificar posibles ramificaciones de las redes desmanteladas en otras provincias andaluzas.








