El excandidato presidencial Gonzalo Castillo reapareció con un mensaje dirigido a la militancia morada “El PLD es más que un partido, es una familia forjada en lucha, servicio y amor por nuestro pueblo”. La exhortación, difundida en sus redes sociales, busca calmar las aguas internas y reavivar el ánimo tras las derrotas de 2020 y 2024.
Según una nota de Ntelemicro, el empresario y exministro de Obras Públicas todavía no confirma aspiraciones, pero su llamado a “unidad y respeto” se interpreta como el primer paso para reconstruir su plataforma política de cara a 2028. El medio recuerda que en 2020 Castillo obtuvo el 37.5 % de los votos frente al 52.5 % de Luis Abinader y que, pese al revés, conserva una estructura propia dentro del partido.

Para la politóloga Rosa Iris Luciano, citada en El Pregonero, la eventual candidatura obligaría al PLD a definir por fin si apuesta por caras nuevas o recurre nuevamente a figuras con capital político probado. Ella advierte que el regreso de Castillo “mueve el tablero” no solo dentro del PLD, sino también en la Fuerza del Pueblo y el oficialista PRM, porque reposiciona la discusión sobre liderazgo opositor.
Analistas como Julio Ernesto Martínez recuerdan que “Gonzalo no es la salvación automática del PLD, pero sí un elemento de equilibrio” frente a las pugnas entre Abel Martínez y Francisco Javier García por el control de la maquinaria electoral. El comunicador resalta que, sin un rostro de consenso, la organización corre el riesgo de fragmentarse o quedar relegada a un tercer plano en 2028.
En lo inmediato, el excandidato insiste en “trabajar juntos, con humildad y compromiso”. No es una frase vacía el padrón peledeísta perdió más de 400 mil votantes entre 2020 y 2024, y la apatía se refleja en finanzas débiles y comités intermedios semiparalizados. Reconstruir esa musculatura implica seducir nuevamente a la base y reconectar con electores jóvenes que ven al PLD como el partido del pasado.
De confirmarse su postulación, Castillo llegaría a una contienda inédita Abinader no podrá reelegirse, Leonel Fernández libra su propia batalla gerencial dentro de la Fuerza del Pueblo y la oposición demandará un discurso fresco sobre inflación, seguridad y empleo. En ese contexto, su énfasis en “familia peledeísta” sugiere una estrategia sentimental: reeditar la narrativa de servicio social que catapultó al PLD durante la era Danilo Medina, pero usando el desgaste como lección y no como lastre.
Por ahora, el mensaje cumple su cometido poner a Gonzalo en la conversación, tender puentes internos y obligar a sus pares a definir posiciones. Falta ver si el llamado frena los egos o si solo inaugura otra guerra fría en el partido que dominó la política dominicana por dos décadas. De aquí a 2028, la verdadera prueba será convertir el hashtag #FamiliaPLD en votos y, sobre todo, en confianza ciudadana.








