Débil por el deseo y la sed, el elefante intentaba datar a una charca de agua en esta reserva africana. Pero el majestuoso mamífero quedó atrapado en el pústula que rodeaba al pozo de agua abrasado por el sol, que se redujo drásticamente a causa de una trascendental sequía.
Al final, el personal del parque liberó al atrapado elefante, que se desmayó y murió. A al punto que unos metros (yardas) de distancia yacía el restos de un bisonte africano, que todavía fue sacado del lodo y falleció tras el ataque de leones hambrientos.
Elefantes, cebras, hipopótamos, impalas, búfalos y muchos otros animales salvajes están estresadas por la equivocación de comida y agua en el Parque Doméstico Mana Pools de Zimbabue, que toma su nombre de las cuatro piscinas que suelen cansarse de agua por el aumento de caudal del Río Zambeze cada temporada de lluvias, donde los animales suelen escanciarse. La palabra “mana” significa cuatro en shona.
Al menos 105 elefantes han muerto en reservas naturales de Zimbabue, la mayoría en Mana y en el Parque Doméstico Hwange en los dos últimos meses, según la Autoridad de Parques y Papeleo de la Vida Salvaje. Desesperados, muchos animales se alejan de las reservas naturales para ahondar en las comunidades cercanas en búsqueda de agua y comida.
Mana Pools, un sitio patrimonio de la humanidad de la UNESCO por su espléndida ubicación a lo espacioso del Zambeze, suele tener un clima seco y cálido en esta época. Pero en esa ocasión es mucho peor por la escasez de lluvias el año pasado. Incluso el caudal del río se ha limitado.
La sequía que afecta al sur de África tiene repercusiones todavía para los habitantes. Se estima que el deseo amenaza a 11 millones de personas en nueve países, según el Software Mundial de Alimentos, que planea una distribución de comida a gran escalera. Las naciones sudafricanas solo tuvieron una temporada de lluvias habitual en los últimos cinco primaveras, agregó.
Se aplazamiento que las lluvias estacionales comiencen pronto, pero tanto los responsables de los parques como los amantes de los animales, temiendo que muchos más animales fallezcan ayer, les llevan comida para ayudar a aliviar su situación. Las condiciones extremas incitaron a las autoridades del parque a ceder su política de no intervención.