El Ministerio de Hacienda volvió a pasar el rodillo por el juego clandestino este viernes desmontó y trituró 1,556 máquinas tragamonedas y equipos afines que operaban sin licencia en colmados, billares y bancas deportivas de todo el país.
Según datos oficiales de la Dirección de Casinos y Juegos de Azar (DCJA), los operativos del primer cuatrimestre permitieron confiscar 608 tragamonedas junto a impresoras, monitores, routers y verifones empleados para la venta ilegal de loterías y apuestas deportivas.
Manuel Rondón, subdirector de la DCJA, celebró el “golpe significativo” contra la informalidad y subrayó que la prioridad es impedir que menores de edad tengan acceso a máquinas de azar y proteger a los concesionarios que sí tributan. “Garantizamos un entorno de juego seguro, responsable y legítimo”, recalcó el funcionario.
Los equipos desguazados iban desde impresoras térmicas y routers de alto rendimiento vitales para clonar sorteos en línea hasta CPUs y televisores usados como monitores de resultados. Buena parte de las máquinas habían sido modificadas para aceptar billetes de RD$100 y RD$200, un señuelo que multiplica la adicción en barrios populares.
La arremetida no es aislada. En diciembre de 2024 se destruyeron 1,792 equipos, y entre 2020 y 2021 la DCJA sacó de circulación 4,462 máquinas similares. Aún así, los decomisos de 2025 confirman que el negocio ilegal se repone con rapidez Hacienda tuvo que incinerar otros 1,800 equipos en julio de 2023, apenas un año antes de la ola actual.
El marco legal es claro la Ley 351-64 (y su reforma 29-06) limita las tragamonedas a casinos registrados y fija un impuesto fijo por máquina; su explotación clandestina conlleva prisión de seis meses a dos años y multas de hasta RD$500,000. Además, el Reglamento 252-89 prohíbe expresamente instalarlas en colmados y peluquerías, práctica que la DCJA sigue detectando en operativos nocturnos sorpresa.
Más allá de la moral y la legalidad, la factura económica es pesada el Estado deja de percibir más de RD$900 millones al año por las apuestas ilegales, de acuerdo con estimaciones de la propia Hacienda. Esa brecha tributaria se agrava porque alrededor de 71,000 bancas funcionarían sin registro o con licencias vencidas, según datos preliminares de 2024.
Con el decomiso de hoy, Hacienda busca no solo tapar ese agujero fiscal sino enviar una señal de que la tolerancia cero sigue vigente. Rondón advirtió que los operativos continuarán “en cada rincón del país” y que ya se coordinan nuevas redadas con la Policía y el Ministerio Público para frenar a los reincidentes. Mientras tanto, el mensaje a los colmaderos es directo desmonten las máquinas o acabarán en el mismo depósito de chatarra que las 1,556 trituradas este viernes.