Las Brigadas de Al Qasam, brazo armado del movimiento Hamás, informaron este miércoles que entregarán a Israel el cuerpo de otro rehén hallado en la ciudad de Gaza, como parte del acuerdo vigente de alto el fuego. La entrega se realizará a las 21.00 horas locales (18.00 GMT) y sigue el mismo protocolo humanitario acordado entre las partes.
Según reportó la agencia EFE, el hallazgo se produjo durante excavaciones en el barrio de Shujaiya, al este de la capital gazatí, una de las zonas más devastadas por los enfrentamientos y ahora incluida en la llamada “línea amarilla”, donde las fuerzas israelíes mantienen una posición replegada durante la primera etapa de la tregua.
El anuncio llega apenas horas después de la entrega del cuerpo del israelí-estadounidense Itay Chen, quien había sido secuestrado durante los ataques del 7 de octubre. En ambos casos, Hamás informó que los restos fueron trasladados al Comité Internacional de la Cruz Roja, que a su vez los entrega a las autoridades israelíes.
Una vez en territorio israelí, los cuerpos son sometidos a exámenes forenses en el Centro Nacional de Medicina Legal para confirmar su identidad. Las autoridades esperan determinar si alguno de los restos corresponde a los siete rehenes cuyos cuerpos siguen desaparecidos en Gaza cinco israelíes, un estudiante tanzano y un agricultor tailandés.
El grupo palestino ha asegurado que enfrenta grandes dificultades para localizar más cuerpos debido a la destrucción masiva y la falta de maquinaria pesada para remover los escombros. No obstante, el gobierno israelí sostiene que Hamás estaría retrasando las entregas como medida de presión para evitar adelantar la discusión sobre su desarme, un punto clave que deberá abordarse en la siguiente fase de las negociaciones.
El proceso de intercambio y entrega de cuerpos se ha convertido en un símbolo de la frágil tregua que rige actualmente en Gaza. Mientras los mediadores internacionales buscan mantener viva la pausa humanitaria, el hallazgo de cada cuerpo revive el dolor de las familias y la complejidad de un conflicto que, incluso en sus gestos más humanitarios, refleja la profundidad de las heridas abiertas.








