El puertorriqueño Pablo Casellas, hijo de un conocido y ya fallecido juez federal, se declaró este jueves culpable del asesinato de su esposa Carmen Paredes en julio de 2012, poniendo fin a un proceso judicial muy largo y mediático.
Solo dos semanas después del inicio del segundo juicio en su contra, Casellas se declaró culpable de asesinato en segundo grado tras lograr un acuerdo con la Fiscalía.
La jueza Nerisvel Durán Guzmán lo sentenció a cumplir 45 años de prisión por cargos de asesinato en segundo grado, violaciones a la Ley de Armas y destrucción de evidencia.
El primer juicio contra el excorredor de seguros concluyó en 2014 con una condena a 109 años de prisión por asesinato en primer grado, así como por violar la Ley de Armas, destruir pruebas y denunciar un falso delito.
Sin embargo, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminara en 2020 que los casos penales requieren veredictos unánimes -Casellas había sido declarado culpable con un veredicto de 11 a 1- se repitió el proceso.
EFE
