Las variaciones recientes en el mercado cambiario han despertado inquietud entre quienes dependen del flujo de divisas para operar o planificar sus finanzas. El comportamiento del euro frente al peso dominicano ha mostrado señales de debilitamiento que se sienten tanto en la banca como en los servicios de remesas.
Según datos del Banco Central de la República Dominicana, las entidades financieras reportaron este miércoles 10 de diciembre de 2025 una tasa de compra del euro de RD$73.62 y una venta de RD$75.74. En el sector de remesas y casas de cambio, la compra se situó en RD$72.99 y la venta alcanzó RD$77.37, reflejando ligeras variaciones entre ambos segmentos del mercado.
Al mirar el comportamiento del último mes, se percibe una tendencia que favorece al peso. La tasa de venta en los agentes de remesas y cambio retrocedió -0.97%, mientras que en las entidades financieras la caída fue de -0.70%. Aunque los porcentajes parezcan modestos, estos movimientos suelen tener impacto inmediato en importadores, viajeros y empresas que manejan pagos en moneda europea.
Este retroceso mensual se suma a un deterioro más amplio que ha acompañado al euro durante todo el año. Analistas internacionales atribuyen parte de esta dinámica a la combinación de una economía europea más lenta de lo previsto y a las políticas monetarias divergentes entre la Eurozona y otros mercados. Un informe reciente del Banco Central Europeo señala que la desaceleración industrial y la moderación en el consumo interno han limitado la fortaleza de la moneda común.
En el contexto local, especialistas en riesgo cambiario advierten que la volatilidad podría persistir mientras se mantengan las presiones externas. Para muchos negocios dominicanos, especialmente aquellos que dependen de insumos importados desde Europa, estas variaciones obligan a recalibrar presupuestos y renegociar contratos para evitar pérdidas inesperadas.
Aun así, algunos sectores encuentran oportunidades en esta coyuntura. Empresas turísticas señalan que un euro más débil suele favorecer la llegada de visitantes europeos, quienes perciben mayor poder adquisitivo al viajar al Caribe. La dinámica cambiaria, sin embargo, continúa siendo un termómetro sensible que obliga a estar atentos a los próximos movimientos de política monetaria internacional.
