Impulso Exportador Uvas Dominicanas Abren Nuevos Mercados y Generan Empleo

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El despacho reciente de un cargamento de uvas de mesa con alto valor genético hacia Estados Unidos ha refrescado el panorama agrícola de la República Dominicana. Los campos de Guayubín, en Montecristi, son escenario de un cultivo que, con dedicación y mirada futurista, se perfila como una oferta apetecible en las mesas internacionales. Productores locales hablan de un ritmo de trabajo intenso, impulsado por la visión de convertir al país en un competidor fiable dentro de la industria vitivinícola y de productos frescos de exportación.

Tal como comenta deultimominuto en el reporte de su periodista Martín Adames, estas uvas cuentan con variedades Allison y Timpson, introducidas en fincas dominicanas para fortalecer la industria y generar mayor rentabilidad para agricultores independientes. Expertos chilenos y peruanos han comprobado el buen sabor y color de la uva, resaltando las posibilidades de incrementar envíos a mercados exigentes. Mientras, el Ministerio de Agricultura enfatiza el impacto social que supondrá para las provincias involucradas, estimando la creación de alrededor de diez mil empleos directos en una etapa de pleno desarrollo.

Algunos informes de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) señalan que la demanda global de uvas frescas ha aumentado en la última década. Este crecimiento beneficia a regiones emergentes como la nuestra, que posee condiciones climáticas ideales y mano de obra capaz de adaptarse a procesos de innovación agrícola. De igual modo, se destaca la participación de autoridades dominicanas, quienes promueven ruedas de negocios con empresas internacionales para afianzar la confianza en los frutos nativos. Productores locales valoran la apertura de rutas comerciales y anticipan un flujo constante de contenedores hacia Estados Unidos, impulsando la marca país y la economía rural.

Aunque el cultivo de uvas en tierras caribeñas es un desafío, la constancia de agricultores y el respaldo oficial revelan un futuro esperanzador. Cada cosecha abre un capítulo nuevo en el sector agropecuario dominicano, demostrando que la diversificación y la búsqueda de mercados exigen, sin duda, esfuerzo y visión de largo alcance. La historia de Guayubín se va escribiendo entre racimos de uvas y metas de exportación, con la intención de reforzar el prestigio nacional en un mercado global cada vez más competitivo.

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