Las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron este domingo una serie de ataques aéreos sobre Saná, capital de Yemen, alcanzando una estación de servicio y una central eléctrica en el sur de la ciudad, según reportes de Associated Press. Las explosiones sacudieron una zona densamente poblada, generando alarma entre residentes y cortes de energía en distintos sectores.
Aunque Israel no ha emitido aún una declaración oficial sobre la operación, la acción marca un giro significativo en la participación directa del país en frentes alejados de su territorio inmediato. Los hutíes grupo rebelde que controla la capital y amplias zonas del norte yemení denunciaron que los objetivos eran civiles y acusaron a Tel Aviv de expandir el conflicto más allá de Gaza.
El ataque se produce en un contexto de creciente involucramiento de los hutíes en la guerra de Gaza. En las últimas semanas, el grupo ha intensificado el lanzamiento de drones y misiles contra Israel y contra barcos vinculados a aliados de Tel Aviv en el mar Rojo, lo que ha provocado la respuesta militar israelí. Hasta ahora, esas respuestas se habían limitado principalmente a interceptaciones defensivas y a acciones de menor escala fuera del territorio yemení.
Imágenes difundidas por medios locales muestran columnas de humo elevándose en el horizonte y barrios enteros sin electricidad. Autoridades hutíes aseguraron que lograron interceptar parte de los misiles, aunque no ofrecieron cifras sobre daños ni víctimas. La cadena estatal Al Masirah informó sobre apagones prolongados en sectores del sur de Saná.
Analistas coinciden en que esta operación puede marcar un punto de inflexión en la dinámica regional. Israel abre un frente directo en Yemen, un territorio complejo donde confluyen intereses de Arabia Saudita, Irán y Estados Unidos. La acción, además, se produce en un momento de gran sensibilidad internacional, con llamados de organismos humanitarios a evitar la extensión del conflicto a nuevas geografías.
Si bien todavía falta una postura oficial de Jerusalén, lo ocurrido este domingo refuerza la percepción de que la guerra en Gaza está desbordando sus fronteras inmediatas, extendiéndose hacia el mar Rojo y el Golfo de Adén. La pregunta que surge ahora es si el ataque de Saná quedará como un episodio aislado o si será el inicio de una campaña aérea sostenida contra los hutíes en territorio yemení.
