La Franja de Gaza volvió a vivir una de sus jornadas más sangrientas este domingo, cuando al menos 98 palestinos murieron bajo los bombardeos del Ejército israelí, según cifras difundidas por el Ministerio de Sanidad del enclave. Los ataques, dirigidos principalmente contra la ciudad de Gaza, buscan forzar la salida de un millón de personas, en medio de una ofensiva que ya suma más de 63,550 víctimas mortales desde el 7 de octubre de 2023.
De acuerdo con reportes de la agencia EFE, la artillería israelí centró sus operaciones en el barrio de Zeitún, donde las tropas emplearon robots para detonar viviendas. Fuentes locales señalaron que las fuerzas rodearon la zona de Al Musallaba y la mezquita Ali, mientras aviones de combate y drones continuaban los ataques aéreos.
La escalada no se limitó a la capital. El Hospital Naser, en Jan Yunis, reportó la entrada de al menos 25 cuerpos sin vida, mientras que la agencia oficial palestina Wafa informó que otros 38 civiles fueron abatidos cuando esperaban el reparto de alimentos. La crisis humanitaria se agrava con la falta de suministros: nueve personas, entre ellas tres niños, fallecieron el domingo por hambre y desnutrición, lo que eleva a 348 las muertes por esta causa desde el inicio del bloqueo israelí, incluyendo 127 menores.
El conflicto sigue dejando una estela de destrucción y sufrimiento. Organismos internacionales han alertado sobre la inminente catástrofe humanitaria, señalando que el bloqueo de alimentos y medicinas convierte a la población civil en la más afectada. Mientras tanto, Israel sostiene que sus operaciones son parte de la lucha contra las milicias de Hamás, pero las cifras de víctimas evidencian un costo humano cada vez más difícil de justificar.
