Italia, mediante declaraciones del Ministro de Economía Giancarlo Giorgetti, ha indicado que el déficit presupuestario podría situarse por debajo del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB) este año, una mejora respecto a proyecciones anteriores.
En abril el gobierno había prometido recortar el déficit al 3.3 % para 2025, bajando desde el 3.4 % registrado en 2024, y se espera que para 2026 la cifra se reduzca aún más, hasta 2.8 %.
El impulso que está facilitando esta mejoría es el incremento de los ingresos fiscales: en los primeros siete meses del año, los ingresos tributarios han crecido un 5.3 % anual, lo que equivale a más de 16.000 millones de euros adicionales.
Lograr un déficit inferior al 3 % permitiría a Italia salir del procedimiento abierto por la Unión Europea por déficit excesivo, algo que tiene implicaciones de sanciones o restricciones si no se cumple con los objetivos fiscales.
No obstante, Italia aún enfrenta desafíos como moderar el gasto público, contener los costes de intereses en deuda pública, y sostener crecimiento económico para no debilitar los ingresos fiscales si la economía global se desacelera.