Una jueza federal en Washington ordenó este martes que Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos, permanezca en su cargo mientras se resuelve la demanda que interpuso contra su destitución. La medida representa un freno temporal a la decisión del presidente Donald Trump, quien buscaba apartarla de la junta directiva de la institución.
Según informó EFE, la jueza Jia Cobb dio luz verde a la solicitud de Cook para mantenerse en funciones hasta que el proceso judicial determine si la destitución fue legítima. La resolución llega en un momento clave: justo una semana antes de la próxima reunión de la Fed sobre política monetaria, en la que se evaluará el rumbo de las tasas de interés.
Cook, reconocida por ser la primera mujer negra en integrar la junta de la Reserva Federal, sostiene que la decisión presidencial carece de fundamento legal. Trump, por su parte, la acusa de fraude hipotecario, aunque sus abogados han catalogado esas afirmaciones como parte de una campaña de descrédito.
La disputa no se limita a un plano personal. Trump ha insistido durante meses en que la Fed debe recortar drásticamente las tasas para estimular el crédito y el consumo, mientras que Cook se ha mostrado partidaria de mantenerlas estables para contener las presiones inflacionarias. Su salida abriría espacio para que el mandatario designe a un perfil más alineado con su visión económica.
El caso refleja las tensiones entre la independencia de la Reserva Federal y la presión política desde la Casa Blanca. Analistas señalan que la decisión judicial podría marcar un precedente sobre los límites de la intervención presidencial en el organismo que regula la política monetaria estadounidense.