Una investigación federal en Miami ha destapado un presunto entramado de lavado de dinero vinculado a los hijos del presidente venezolano Nicolás Maduro, según informó este sábado la cadena FOX. Dos hombres, identificados como Arick Komarczyk e Irazmar Carbajal, enfrentan cargos por supuestamente haber facilitado operaciones financieras destinadas a mover fondos del círculo cercano al mandatario venezolano dentro de Estados Unidos.
De acuerdo con información difundida por la agencia EFE, citando fuentes del FBI, los acusados habrían abierto cuentas bancarias a nombre de los hijos de Maduro y de sus socios. Las transferencias, originadas en Venezuela, fueron canalizadas a través de particulares y empresas para ingresar capital al sistema financiero estadounidense, pese a las sanciones impuestas al régimen.
Las autoridades federales habían puesto la mira sobre los implicados desde 2019. Tres años después, una operación encubierta permitió detectar un intento de transferir 100.000 dólares fondos presuntamente sancionados pertenecientes a miembros del gobierno venezolano. Según el expediente judicial, Komarczyk y Carbajal habrían logrado ingresar unos 25.000 dólares a territorio estadounidense mediante una red internacional de blanqueo.
Komarczyk fue formalmente acusado el 25 de septiembre en una corte de Miami por lavado de dinero y conspiración para realizar transferencias sin licencia. Su socio, el uruguayo Irazmar Carbajal, enfrenta cargos por conspiración y fue arrestado en un vuelo de deportación procedente de República Dominicana que hizo escala en Estados Unidos. Komarczyk, en cambio, continúa prófugo y las autoridades sospechan que se esconde en Venezuela.
El director del FBI, Kash Patel, calificó las redes financieras vinculadas a Maduro como “salvavidas criminales” que sostienen su régimen. En declaraciones recogidas por FOX, advirtió que Estados Unidos “no será un refugio seguro para el dinero del dictador narcoterrorista”.
En paralelo, los senadores republicanos por Florida, Rick Scott y Ashley Moody, anunciaron un proyecto de ley para duplicar a cien millones de dólares la recompensa por la captura de Nicolás Maduro. La iniciativa también busca prohibir cualquier relación comercial con empresas asociadas a su gobierno, reforzando la presión política y judicial contra el mandatario venezolano y su entorno financiero.
El caso vuelve a poner en evidencia la creciente atención de las autoridades estadounidenses sobre las operaciones económicas del chavismo y sus nexos internacionales, en momentos en que Washington revisa su política hacia Caracas ante las denuncias de corrupción y violaciones de derechos humanos.








