El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, puso en entredicho la capacidad del presidente estadounidense, Donald Trump, para concretar avances hacia la paz en Ucrania, debido a las diferencias persistentes entre Moscú y Kiev. En una entrevista concedida a la cadena NBC, el funcionario ruso afirmó que no existe todavía una base sólida para un encuentro entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski.
Según reportó la agencia EFE, Lavrov explicó que aún no se han resuelto aspectos centrales como las garantías de seguridad para Ucrania y los temas territoriales, lo que impide la organización de una cumbre presidencial. “Putin está listo para reunirse con Zelenski cuando la agenda esté lista. Y esa agenda no lo está en absoluto”, puntualizó.
El canciller también cuestionó la legitimidad de Zelenski, recordando que, tras la postergación de las elecciones por la ley marcial, Moscú no lo reconoce como presidente legítimo. Para Lavrov, cualquier firma de documentos de paz requiere que “la persona que firme sea legítima”.
Mientras Trump ha buscado mediar, reuniéndose recientemente con Putin en Alaska y con Zelenski en Washington, el jefe de la diplomacia rusa sostiene que los obstáculos provienen de Kiev y de varios líderes europeos. A su juicio, Occidente mantiene un discurso de “victoria y derrota” que frena los esfuerzos de negociación.
Lavrov sí destacó un acercamiento con Trump, al afirmar que ambos mandatarios comparten el deseo de poner fin al conflicto. Describió su encuentro en Anchorage como “muy bueno” y aseguró que, con el republicano, “se ve una luz al final del túnel”.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, en otra entrevista con NBC, rechazó que Moscú esté manipulando a Trump. Aseguró que Rusia ya ha hecho concesiones, como reconocer la integridad territorial de Ucrania tras la guerra y renunciar a la idea de imponer un gobierno títere en Kiev. Sin embargo, admitió que aún falta un largo camino por recorrer para llegar a un acuerdo definitivo.
La guerra, que ya ha dejado miles de muertos y una devastación significativa, sigue marcada por la falta de consensos sobre el 20 % del territorio ucraniano actualmente ocupado por Rusia. Ante este panorama, las expectativas sobre una mediación efectiva se mantienen en suspenso, en un tablero internacional cada vez más polarizado.








