En una misa íntima celebrada en el cuartel de los Carabinieri de Castel Gandolfo, el papa León XIV animó este martes a la Benemérita a “responder al crimen con la fuerza de la ley y de la honestidad”, convencido de que “el mal no puede triunfar” ni siquiera en épocas de guerra y violencia. El pontífice de raíces estadounidenses y peruanas pasa unos días de retiro en la villa pontificia, retomando así una tradición suspendida durante más de una década.
Según la agencia EFE, León XIV recordó el lema histórico del Arma, “Fieles a lo largo de los siglos”, y agradeció el “servicio noble y exigente” que estos efectivos prestan tanto al Estado italiano como a la Santa Sede, especialmente ante la avalancha de peregrinos que ya se siente en la antesala del Jubileo 2025.
El descanso papal ha devuelto el protagonismo a Castel Gandolfo el pontífice llegó el 6 de julio y permanecerá hasta el 20 de julio en la Villa Barberini, residencia junto al lago Albano que los visitantes pueden recorrer por apenas 14 dólares. La estancia revive un hábito veraniego abandonado desde 2013 y ha dinamizado la pequeña localidad lacial, que apuesta por el turismo religioso y ambiental gracias al nuevo Borgo Laudato Si’.
Para las autoridades italianas, la presencia de León XIV coincide con la recta final de los preparativos logísticos del Jubileo 2025, evento que Roma calcula atraerá a más de 35 millones de fieles y que disparará la demanda de seguridad en santuarios, estaciones y vías de acceso. El propio Ministerio de Defensa diseñó un refuerzo especial de Carabinieri y otras fuerzas del orden para los actos centrales, previstos entre diciembre de 2024 y enero de 2026.
De hecho, los analistas de riesgo advierten que la confluencia de crisis geopolíticas, flujos migratorios y amenazas terroristas exigirá un dispositivo “sin precedentes” en la capital italiana, donde el Arma asumirá tareas de orden público, inteligencia de calle y escolta a dignatarios. Los manuales internos ya incluyen simulacros de evacuación en puntos neurálgicos como la Vía della Conciliazione y el aeropuerto de Fiumicino.
León XIV, por su parte, insistió en que “la fuerza legítima se ejerce con transparencia y servicio”, un mensaje que encaja con el tono pastoral que ha marcado su pontificado y que busca reconciliar autoridad y cercanía. En ese sentido, la misa de Castel Gandolfo no solo bendijo a los Carabinieri, sino que los situó como pieza clave en una fiesta jubilar que aspira a ser, en palabras del papa, “signo visible de esperanza en medio de las fracturas del mundo”.








