La cantante estadounidense Madonna confesó que llegó a contemplar el suicidio en medio de la larga batalla legal por la custodia de su hijo Rocco Ritchie, fruto de su matrimonio con el cineasta británico Guy Ritchie. La artista hizo la revelación en una entrevista para el pódcast On Purpose, conducido por el británico Jay Shetty, donde recordó ese capítulo como “uno de los más dolorosos” de su vida.
Según reseñó la agencia EFE, la llamada “reina del pop” relató que en aquel momento, mientras seguía de gira, debía subir cada noche al escenario pese a sentirse devastada. “Me quedaba tirada en el suelo de mi camerino, sollozando. De verdad pensé que era el fin del mundo. No podía soportarlo”, expresó la intérprete, de 67 años, al describir la angustia que experimentó durante el proceso judicial.
El conflicto se remonta a 2008, año en que Madonna y Guy Ritchie se divorciaron. Ocho años después, en 2016, se alcanzó un acuerdo que permitió a Rocco, entonces menor de edad, establecerse en Londres bajo la custodia de su padre. Ese periodo marcó a la artista, quien admitió que llegó a pensar que sería mejor morir antes de perder definitivamente a su hijo.
Madonna también compartió que fue su espiritualidad lo que le permitió encontrar fortaleza para seguir adelante, incluso cuando la vida personal chocaba con las exigencias profesionales de su carrera musical. Actualmente, asegura que mantiene una relación cercana y estable con Rocco, de 25 años. “Me alegra decir que ahora soy muy buena amiga de mi hijo, pero entonces no lo veía”, señaló.
La confesión de Madonna se suma a una tendencia más amplia de figuras públicas que abren conversaciones sobre salud mental y la importancia de hablar sin tabúes de temas como la depresión o las ideas suicidas. Especialistas recuerdan que este tipo de testimonios contribuyen a visibilizar realidades comunes que, muchas veces, permanecen en silencio.
