El gobierno de Maine cubrirá los gastos funerarios para los familiares que perdieron a sus seres queridos en la masacre con mayor número de muertos en la historia del estado, informó la oficina de la gobernadora Janet Mills el miércoles.
Un reservista del ejército abrió fuego dentro de un local de bolos y en un bar en Lewiston, la segunda ciudad más grande de Maine, el 25 de octubre. El tiroteo dejó 18 muertos y 13 heridos, además de que paralizó a la ciudad hasta que se encontró el cadáver del sospechoso dos días más tarde. Murió de un disparo autoinfligido.
Los funerales de las víctimas de la masacre empezaron a finales de la semana pasada. El gobierno «trabaja para garantizar que las familias de las víctimas no tengan que hacerse cargo de ningún costo financiero relacionado con los funerales de sus seres queridos», dijo Ben Goodman, vocero de la gobernadora.
El estado obtendrá el dinero de un programa de compensación para víctimas gestionado por la fiscalía del estado, y lo suplementará con recursos del fondo de emergencias de la gobernadora, afirmó Goodman.
Los tiroteos estremecieron al estado, el cual es conocido por su alto nivel de posesión de armas y bajos índices de delitos violentos. Entre las víctimas había un constructor naval, un intérprete de lenguaje de señas, un jugador de bolos de 14 años y su padre. La comunidad de sordos del estado se vio particularmente afectada por el tiroteo y perdió a cuatro miembros.
