María Corina Machado atraviesa días de reposo y evaluaciones médicas luego de un episodio que volvió a subrayar el nivel de riesgo que ha marcado su vida política reciente. La dirigente opositora venezolana, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, se encuentra bajo atención especializada para lograr una recuperación completa de una fractura vertebral sufrida durante su salida del país.
La información fue confirmada por voceros de su entorno político. Según reportó la agencia EFE, Machado está siguiendo un plan médico diseñado para asegurar su restablecimiento total, tras haber recibido atención en Noruega, país al que llegó luego de una compleja travesía que puso a prueba su salud y su seguridad personal.
El episodio ocurrió en medio de un desplazamiento particularmente delicado. De acuerdo con reportes de la prensa noruega, la lesión se habría producido durante su huida en una embarcación pesquera, en condiciones climáticas adversas, cuando logró salir de Venezuela tras casi un año en la clandestinidad. Ya en Oslo, fue evaluada en el Hospital Universitario de Ullevål, donde los especialistas detectaron múltiples lesiones, incluida la fractura en una vértebra.
A pesar del diagnóstico, Machado mantuvo una agenda activa durante su estancia en la capital noruega. Se reunió con líderes políticos, visitó el Parlamento y sostuvo encuentros con representantes de la comunidad internacional, dejando claro que su estado físico no mermó el mensaje político que quiso transmitir desde Europa.
Su llegada a Oslo, además, estuvo cargada de simbolismo. No pudo asistir personalmente a la ceremonia oficial del Nobel de la Paz, por lo que el galardón fue recibido por su hija, Ana Corina Sosa Machado, un gesto que conmovió a muchos de los presentes y reforzó la narrativa de sacrificio personal que ha acompañado su lucha política.
Aunque no se ha revelado su ubicación actual, personas cercanas a la dirigente han confirmado que regresará a Venezuela una vez concluido el proceso médico inmediato. Ese eventual retorno ocurre en un contexto de alta tensión política, donde su figura sigue siendo un punto de referencia clave para sectores que adversan al gobierno de Nicolás Maduro.
El caso de Machado vuelve a colocar sobre la mesa el costo humano de la confrontación política en Venezuela. Más allá del reconocimiento internacional, su situación médica refleja hasta qué punto el conflicto ha empujado a líderes opositores a operar en condiciones extremas, donde incluso la integridad física se convierte en una variable de riesgo.








