Una multitudinaria manifestación anti-inmigración se llevó a cabo hoy domingo en varias ciudades de Australia. Los participantes expresaron su rechazo a las políticas del gobierno en materia migratoria y exigieron cambios urgentes en la legislación.
Según un informe de Reuters, miles de personas participaron en las protestas, las cuales fueron condenadas de inmediato por el gobierno de centro-izquierda por considerarlas contrarias a los valores de inclusión y respeto que promueve la nación australiana.
Las concentraciones se desarrollaron de forma mayoritaria en zonas urbanas, donde portaban pancartas con mensajes en contra de la llegada de refugiados y solicitantes de asilo. Las autoridades advirtieron a los organizadores que no permitirán acciones que puedan derivar en confrontaciones o alteración del orden público.
Por su parte, la primera ministra subrayó la necesidad de un debate “ordenado y respetuoso” en torno a la inmigración, distanciándose del tono agresivo de las protestas. Los portavoces de derechos humanos alertaron sobre el riesgo de impulsar discursos xenófobos que podrían dañar la cohesión social.
De momento, no se reportaron incidentes graves ni enfrentamientos, aunque se mantiene la preocupación respecto al impacto que estas movilizaciones podrían tener en el clima político del país.








