Las actas de la reunión del 17-18 de junio muestran que solo “un par” de miembros querían bajar la tasa en julio; la mayoría teme que los aranceles de Trump recarguen la inflación.
El banco central mantiene el rango 4.25 %-4.50 % y, aunque el mercado aún descuenta dos recortes en septiembre y diciembre, los funcionarios advierten que prefieren “ver datos” antes de aflojar.
Trump volvió a exigir un recorte de 300 puntos básicos y pidió la renuncia de Powell, agitando el avispero político. Pero las minutas dejan claro que la Fed no piensa moverse al ritmo de la Casa Blanca.
Wall Street reaccionó con ganancias moderadas; los futuros de fondos federales rebajaron la probabilidad de un recorte este mes a menos del 10 %.
Traducción la Fed sigue en modo “déjame ver primero” y no en “apaga ese fuego ya”.








